La decepción en Toronto es mayúscula tras ser barridos por los Cavaliers (4-0) en las Semifinales del Este. La metáfora de tanto nadar para acabar muriendo en la orilla casi se queda corta para expresar lo que les sucede a estos Raptors, magníficos en temporada regular y nefastos cuando llegan los playoffs.
Pasadas unas horas tras la eliminación, Kyle Lowry no escondió su frustración con lo sucedido. El base de los canadienses es plenamente consciente de que el equipo no puede ser el mejor de su conferencia durante todo el año, y cuando llega lo realmente importante, parecen otra franquicia diametralmente opuestas.
“Sentimos que podríamos haber alcanzado las Finales de la NBA. Esa era nuestra meta”, comenzó diciendo el jugador en declaraciones recogidas por ESPN. “Para ser el mejor, has de ser el mejor. Y nosotros hemos fallado sistemáticamente contra el equipo que ha alcanzado las Finales en las últimas tres temporadas. Ha sido un año perdido”
En la misma línea se expresaba DeMar DeRozan, quien hablaba de que había sido la sensación más dura, frustrante y difícil por la que había pasado. Es como que no crees que puedas volver a ser noqueado de nuevo, y entonces te das cuenta de que sí te lo han vuelto a hacer. Es uno de los peores sentimientos posibles”.
El futuro en Toronto
Tras caer de un modo tan contundente, lo primero que suelen surgir a la superficie son rumores sobre salidas. Hay que señalar a los culpables; o al menos, a los que la crítica y el análisis tiene enfilados. Y uno de esos, sin duda, es y será Dwane Casey.
Desde que acabara el cuarto partido ante los Cavs, se ha especulado con la destitución fulminante del entrenador, quien ha entrenado a Toronto desde el 2011, liderando al equipo en cinco apariciones seguidas en playoffs.
Sin embargo, los jugadores han querido respaldar a Casey, afirmando, como en el caso de DeRozan, que “en todo el éxito que hemos logrado, hay que darle el crédito a Casey. No importa qué pase, siempre voy a tenerle el máximo respeto”.
Hasta Tyronn Lue, el técnico que acababa de eliminarle, tachó de “absurda” una posible destitución de Casey.