El revuelo acontecido en las últimas veinticuatro horas en torno a la figura de Kyrie Irving iba a acabar teniendo consecuencias tarde o temprano. Ayer mismo se hacía público que el base había estado siguiendo en redes ciertas teorías conspiranoicas que defendían la no-vacunación. Efectivamente, Kyrie es otro de esos jugadores que se han negado públicamente a vacunarse. El problema es que las leyes del estado de Nueva York le impiden desempeñar sus labores como jugador de baloncesto si sigue renunciando al pinchazo, por lo que de momento se ausentará del Media Day que da comienzo hoy mismo en las instalaciones de los Brooklyn Nets.
Algunas fuentes ya han adelantado que el jugador tendrá su encuentro con la prensa de forma telemática. Los protocolos de la Gran Manzana impiden que Irving acuda a cualquier evento al que su equipo asista dentro de su ciudad, pero otros estados no cuentan con este tipo de protocolos sanitarios. Esto implica que Irving si podría jugar el training camp que los Nets tienen pensado desarrollar en San Diego. Durante las primeras entrevistas del día, la prensa estaba visiblemente preocupada, pero Kevin Durant le ha querido quitar hierro al asunto diciendo que espera «no sea un problema. Es una decisión personal de Kyrie. Espero que contemos con todo el equipo».
La NBA no ha obligado a los jugadores a la vacunación, pero la legislación estatal operante en cada una de las ciudades con equipo en la liga supone un problema para cuando la temporada se inicie el próximo 19 de octubre contra los Milwaukee Bucks. Parte del entorno del jugador, concretamente su tío Tyki, ha insinuado que quizás la liga deba llegar a un acuerdo con los jugadores.
(Fotografía de portada de Mike Lawrie/Getty Images)