Kyrie Irving salvó otra vez a Cleveland

Por motivos deportivos y sentimentales, los Cavaliers son el equipo de LeBron James. El natural de Akron, cerca de Cleveland, es el principal culpable de que los Cavs sean una potencia en la NBA. Pero tener a Kyrie Irving ha salvado al equipo de varios sustos. Sus Finales NBA del año pasado fueron la prueba de su capacidad para crecerse cuando más hay en juego. Este martes, en una situación no tan dramática, pero ya preocupante para Cleveland, el base dejó una de las mejores actuaciones de su carrera profesional con 41 puntos y una resolución única.

Al 7 minutos del descanso del cuarto partido de las Finales del Este contra Boston, LeBron James cometía su cuarta falta. Era la primera vez en toda su carrera NBA que se encontraba en esta situación sin terminar el segundo cuarto. Los Celtics dominaban entonces por 10 puntos, y celebraron cómo James se veía obligado a marcharse al banquillo con sendos triples de Jaylen Brown y Avery Bradley. La diferencia era de 16 puntos frente a unos Cavs sin rumbo.

Reacción de estrella


Kyrie Irving se encargaría de proporcionárselo. Desde el triple de Bradley, el base se marcó un partido que pocos espectadores de Cleveland olvidarán. En los casi 27 minutos y medio que jugó desde entonces, Irving metió 36 puntos, con un 14/18 en tiros de campo (4/7 en triples). Los Celtics al completo solo anotarían 53 desde ese momento, escasa diferencia compensada de sobra por una segunda mitad en la que LeBron James volvió a ser el de siempre, anotando 24 puntos.

De forma particular, el tercer cuarto fueron quizás los minutos más sublimes de Kyrie Irving, solo superado por importancia por el quinto partido de las Finales NBA de 2016 contra los Warriors, en Oakland. En aquella ocasión, los Cavs salvaron el primero de los tres match-balls que desperdició Golden State gracias a los 41 puntos de Irving. Por supuesto, siempre quedará en la retina de todos el triple con el que sentenció el Game 7 unos días después. Pero, como actuación global, su quinto partido de las últimas Finales fue el punto cumbre, hasta el momento, de su carrera.

«Un talento especial»

Lo vivido ante Boston se quedó cerca, con el extra de hacerlo ante una afición que pasó de la frustración e incluso pánico de viajar a Boston con un 2-2 al éxtasis de una segunda mitad espectacular. El tercer cuarto fue, simplemente, una obra maestra, con Irving remontando el partido con 21 puntos (9/10 en tiros de campo) en 12 minutos. Solo faltó que LeBron James por fin despertara para resolver el envite. A su finalización, el alero tuvo claro quién fue el héroe.

«Es un talento especial», reconoció James, quien se había fundido en un abrazo con Irving antes de subir al podio de entrevistas. «Cuanto más haya en juego, su juego se eleva más y más, pero no me sorprende. Se creció en el momento, se echó al equipo a la espalda, y definitivamente necesitábamos ese esfuerzo por su parte. Ha ido dictando el juego, siendo un director de juego y cosas de esa naturaleza a lo largo de estos playoffs pero, esta noche, mostró que es uno de los mejores bases de la liga, y nos llevó a ser mejores, especialmente en la segunda mitad».

La adrenalina de Irving


Para Irving, dar este paso adelante fue cuestión de «estar preparado primero mentalmente, y dejar entonces que las herramientas físicas con las que Dios me ha bendecido tomen el control, y simplemente perder el miedo en mi enfoque». Su exhibición, eso sí, se vio amenazada por una torcedura de tobillo. En el tercer cuarto, Irving pisó accidentalmente el pie de Avery Bradley en una entrada a canasta en la que, por supuesto, anotó los dos puntos. Tras dolerse en el suelo durante un rato, finalmente regresó a la cancha más agresivo y letal que nunca.

«Me he torcido tantas veces el tobillo que, en jugadas como esta, tienes dos opciones», explicó Kyrie Irving. «O te sientas ahí y te revuelcas de pena por haberte torcido el tobillo, o capturas el momento. Mi adrenalina aún fluía en ese momento, así que cuando llegue a casa mi cuerpo seguramente me odie, pero es la magnitud del momento, lo que está en juego, y no iba a salir del partido de ninguna forma. Sabía cuánto necesitábamos este partido y cuánto me necesitaban mis compañeros».

La consecuencia: victoria ante Boston y un 3-1 en la serie que deja a los Cavs a solo un triunfo más de volver a las Finales NBA, sus terceras consecutivas, y ante el mismo rival. Los Warriors conocen muy bien a su pesar lo que es capaz de hacer Kyrie Irving en un partido con tanto en juego. Los Celtics, en el improbable caso de que no vieran aquel Game 5 en Oakland, lo aprendieron este mismo martes.


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