El comienzo de Zhaire Smith en la NBA da para escribir unos cuantos capítulos de un libro. Y no precisamente una comedia. El rookie de los 76ers sufrió en agosto una fractura en un pie que le está haciendo perderse todos los partidos disputados hasta la fecha, y aún seguirá apartado de las canchas unos meses más.
Durante ese periodo de recuperación desde la fractura, y teniendo en cuenta que tuvo que pasar por quirófano, Smith pasó por otro percance que es realmente poco común. A finales de septiembre, el joven jugador sufrió una reacción a un producto alimenticio que obligó a practicársele una toracoscopia, un procedimiento quirúrgico consistente en una incisión en el tórax para poder examinarlo.
Este hecho, que parecía un contratiempo menor porque el proceso de recuperación solamente le afectaría en un máximo de tres semanas, ha generado en paralelo una complicación más. Y es que, tal como ha informado The Ringer, el incidente por la reacción alérgica ha ocasionado que Smith haya perdido casi nueve kilogramos de peso, una auténtica barbaridad.
El sésamo, culpable
Se conocía que Smith era alérgico al cacahuete, por lo que las comidas que realizaba siempre eliminaban esa opción. Sin embargo, tras las pruebas realizadas por este último incidente, se ha comprobado que Smith también sufre intolerancia hacia el sésamo.
Para un jugador que apenas llega a los 90 kilogramos de peso, ver cómo baja otros nueve es un tema preocupante que, a buen seguro, intentarán ir solucionando en el equipo de nutrición y alimentación de los 76ers.
Esa pérdida es aún más perniciosa si tenemos en cuenta que se trata de un rookie, precisamente el tipo de jugador que necesita ganar más masa muscular para intentar equipararse lo antes posible al resto de jugadores de la liga. Mantenerse con la máxima masa magra posible es esencial también para su recuperación y para iniciar con mayor rapidez todos los trabajos físicos que presten durante su rehabilitación.