Las normas están para cumplirlas y las estadísticas para romperlas. ¿Sería algo así, no? En fin, según el caso. La cuestión es que este dato, esta curiosidad del calendario que nos desvela la cuenta de Instagram nbabesties, no gustará a los supersticiosos.
El dato nos cuenta que LeBron James no sabe lo que es ganar un partido en la NBA cuando lo disputa un 12 de junio. Por la propia agenda de la temporada, saltar al parqué en esa fecha, es decir, en una noche como la de hoy (en EE.UU aún es día 12), implica forzosamente estar batallando en las Finales.
Pues bien, hemos querido corroborar en detalle este mosaico y efectivamente; fecha aciaga para el ’23’ de los Cavaliers. Veamos uno por uno los cuatro episodios:
- 12 de junio de 2007. Nace el mal de ojo. Primeras Finales de James, con la camiseta de sus Cavs; su rival: San Antonio. 78-70 cayeron, en lo que sería una barrida absoluta. 4-0.
- 12 de junio de 2011. Salto la sorpresa con los Mavs (4-2), que se llevarían otro campeonato a costa de James. El sexto partido, el que significaría el único anillo en la vida de Dirk Nowitzki, concluyó 95-105 en el AmericanAirlines Arena de Miami, ya con el rey con los colores de los Heat.
12 de junio de 2012. Llegaría por fin el título para LeBron, pero no pudo ser bajo unas Finales impecables. Los Thunder de un joven Kevin Durant, lograrían llevarse al menos un asalto. El primero de todos (105-94). Como no, en un 12 de junio.
- 12 de junio de 2014. Nuevamente San Antonio como verdugo. Nuevo anillo por los tejanos, esta vez cediendo un sólo partido a Miami y su Big Three. Aquella derrota (107-86) en la fecha maldita, significaría el 3-1.
¿A la quinta?
En el resto de Finales disputadas por LeBron James (7 en total sin contar la presente), el 12 de junio caería siempre en día de descanso, por lo que no pudo ni repetirse ni romperse la estadística.
Hoy, esta madrugada, dispone de una nueva oportunidad para hacer trizas esa progresión incansable y agorera. Quebrarla implicaría, además, colocar la eliminatoria 3-2 y hacer que el temor empezara a recorrer el esqueleto del Oracle Arena. Hoy, LeBron, una nueva cita ante el destino y, también, ante la estadística.