La victoria de los Nuggets sobre los Pelicans del pasado miércoles (114-112) se ha convertido en una de las más polémicas de la temporada. Con apenas tres segundos por jugar y los Pelicans perdiendo de dos, Zion Williamson recibió debajo del aro y, al intentar el mate, recibía un tapón de Nikola Jokic que sellaba el partido. La jugada no era susceptible de revisión, pero para Nueva Orleans la falta era clara y la NBA ha admitido el error en su informe arbitral. Si se hubiese señalado infracción, los Pelicans podrían haber forzado la prórroga con los dos tiros libres e intentar sumar una victoria que mantuviese su fe de cara a optar al play-in. La frustración por la derrota se dejó ver en las declaraciones posteriores de Van Gundy. «Los árbitros me dicen que ya le pitan muchas faltas. Es estúpido. Tu trabajo es pitar todas las faltas que recibe» decía incendiado el veterano técnico. Su crítica se extendía a defectos generales que él mismo percibe «el reglamento castiga mucho más la fuerza que la rapidez. Si eres capaz de absorber contacto el rasero es diferente».
Por su parte, Zion Williamson encontraba explicación en su condición de recién llegado a la liga. «Tengo que hacerme respetar. Solo llevo dos años y tengo que arrastrar mi condición de recién llegado. Espero que cambie en unos años». También se mostraron contrariados Brandom Ingram o Lonzo Ball entre otros.
La jugada surge en un momento de efervescencia alrededor de la polémica arbitral. Varias voces internas de las franquicias llevan tiempo denunciando una deficiencia del arbitraje debido a las medidas que la pandemia ha obligado a tomar. La baja de hasta 24 árbitros durante el curso —máximo histórico— ha obligado a la ayuda por parte del cuerpo de colegiados de la G League con una frecuencia cuatro veces mayor a la de una temporada normal. Aún así, la NBA sigue defendiendo que su eficiencia en la toma de decisiones arbitrales es superior al de otros años.
Por si fuera poco, no hace mucho que Mike Malone y Nikola Jokic elevaron sus quejas sobre las faltas no señaladas sobre el pívot. Denver presentó un informe oficial ante la NBA para pedir mayor consideración en las infracciones que absorbía su pívot sin la respuesta del silbato. La actitud de Jokic frente a los árbitros ha sido reprimida por el propio Malone, que cree que «su frustración con los árbitros no puede abstraerle de su responsabilidad en pista». Esta vez, el serbio no tendrá de qué quejarse.
(Fotografía de portada de Hannah Foslien/Getty Images)