El hogar de los «Bad Boys», del inesperado campeonato de 2004 y de la pelea más famosa del siglo XXI se despidió quizás para siempre de la NBA. Los Pistons disputaron este lunes su último partido en el Palace de Auburn Hills, su hogar durante casi tres décadas. Antes de regresar al centro de Detroit la próxima temporada en el flamante Little Caesars Arena, la franquicia trajo a algunos de sus nombres más históricos para su partido final contra Washington.
Leyendas imprescindibles
Relive our special halftime featuring Isiah, Chauncey, Ben, Dennis, Stack, and more! #MyPalaceMemory pic.twitter.com/zbWvfHfayt
— Detroit Pistons (@DetroitPistons) April 11, 2017
La derrota por 101-105 no deslució una despedida que contó con invitados tan ilustres como Isiah Thomas, Dennis Rodman, John Salley, Rick Mahorn, James Edwards, Chauncey Billups, Ben Wallace, Richard Hamilton y Tayshaun Prince. Piezas imprescindibles de los tres campeonatos de la historia de los Pistons, peleados en ocasiones literalmente en ese escenario. El mismo que daría nombre al «Malice at the Palace» de 2004, la espectacular trifulca de jugadores y hasta aficionados de los Pistons con los Pacers de Ron Artest (hoy Metta World Peace).
Lo que se recordó, por supuesto, fueron los buenos momentos. Desde su llegada a Detroit en 1957, tras ser fundados en Fort Wayne (Indiana), los Pistons vivieron más de dos décadas de irrelevancia hasta el inicio del proyecto de los «Bad Boys». La progresiva llegada de Isiah Thomas, Bill Laimbeer, Vinnie Johnson, el entrenador Chuck Daly, Joe Dumars o Dennis Rodman fue el inicio de su época dorada, con un baloncesto duro y eficaz que les colocó en la élite. Pero su asalto al campeonato no llegaría hasta su traslado al Palace en 1988.
En tierra de nadie
The @DetroitPistons revisit historic moments to celebrate the final game at The Palace.#DetroitBasketball pic.twitter.com/vLg0ykH0tY
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Los dos títulos de los «chicos malos» tuvieron continuidad en 2004, con un no menos combativo grupo de jugadores con Chauncey Billups de cerebro y Ben Wallace de músculo. Aquel tercer campeonato fue el último de la franquicia, hoy condenado a la parte media de la tabla y fuera de los playoffs en la presente campaña. 33 puntos de Bradley Beal dieron la victoria a los Wizards por 101-105. El próximo partido que los Pistons jueguen en casa será en un hogar nuevo, esperando crear tanta historia como dejan atrás en el inolvidable Palace.