En una pretemporada que ha transcurrido sin contratiempos, Thomas Bryant puso la nota discordante en el primer partido entre Detroit Pistons y Washington Wizards al iniciar lo que se puede definir como un conato de pelea, acción que ha provocado que la NBA le multe con 45.000 al hacer contacto de manera inapropiada con uno de los árbitros.
La acción que desencadenó el problema se produjo durante el tercer cuarto del encuentro. Washington lanzaba un contraataque y Blake Griffin peleaba por la posición con Bryant. En tal disputa el jugador de los Pistons acabó empujando a su rival para que este acabase en el suelo. Al levantarse, Bryant fue a por Griffin llegando a empujarle antes de que uno de los árbitros se interpusiese. Ese fue el momento en el que el center de los Wizards hizo contacto con el colegiado con la intención de apartarlo. La situación no fue a mayores, pero ha terminado tocando el bolsillo del jugador capitalino. Griffin no le dio importancia, tanto que no paró de reírse mientras el incidente de producía.
Estas multas son algo recurrente en la NBA. La seriedad respecto a evitar peleas en la cancha, y más aún en mantener plenamente protegidos a los árbitros, es máxima. Se sancionan los contactos de jugadores con los colegiados, pero también cuando los primeros critican verbalmente la labor que realizan. Quizás uno de los castigos más sonados es el que recibió Mark Cuban, propietario de los Dallas Mavericks, el pasado mes de marzo. Tras sus críticas a los árbitros y llegar a saltar dos veces a la cancha, Cuban se llevó una multa de 500.000 dólares.
(Fotografía de Ashley Landis-Pool/Getty Images)