El enfado de Kyrie Irving ha tenido castigo. La NBA, tras revisar las imágenes del final del encuentro ante Denver Nuggets, ha decidido multar al base de Boston Celtics con 25.000 dólares por lanzar el balón a la grada.
Esa reacción airada llegó por lo que Irving entendió que era una falta de respeto por parte de Jamal Murray. El jugador de la franquicia de Colorado sumaba 48 puntos cuando en los segundos finales –con el partido ya ganado–, intentaba un triple que le hubiese hecho alcanzar la cincuentena en su casillero de anotación. Falló, pero eso no evitó que el point guard de los verdes mostrase su desaprobación tirando el balón a los aficionados.
Ni el paso de los minutos hizo que Irving entendiese que su reacción podía ser algo desmedida; tanto es así que se mostraba tajante ante los medios con la siguiente afirmación: «Un movimiento de mierda como ese merecía que la bola terminara entre la gente». Con más o menos razón, la NBA ha entendido que no debía mostrar su enojo de ese modo.
