Se avecinan (grandes) cambios en la competición deportiva universitaria estadounidense de máximo nivel. Si hasta ahora las reglas de la NCAA impedían terminantemente que los atletas percibieran cualquier tipo de prestación económica durante su periplo colegial —excluyendo las cantidades referidas a becas—, a partir de ahora llegará cierto aperturismo en esee sentido.
La máxima competición universitaria anunció este miércoles que de cara a la temporada 2021-22 implantará medidas aperturistas en su hermético sistema de restricción económica a los jugadores. La liga plantea que los deportistas puedan recibir compensaciones monetarias por conceptos de publicidad, así como ingresos de cualquier tipo de patrocinio respecto a la explotación de sus derechos de imagen.
Esto supone un cambio de 180 grados, puesto que desde hace décadas los universitarios tienen prohibido cualquier ingreso pese a las ingentes sumas de dinero que la competición ingresa a lo largo de cada temporada.
Lo cierto es que a la NCAA no le ha quedado más remedio que sumarse a las medidas de apertura. En las últimas semanas, la NBA había seducido a tres de los mayores proyectos baloncestísticos de instituto para jugar en la G League un año, antes de presentarse al draft, y a cambio de un primer salario profesional.
La NCAA, pues, adoptará nuevas medidas en materia económica para tratar de impedir que los mejores jugadores en edad high school decidan no asistir a las aulas, como ha sido el caso de Jalen Green, favorito para ser número uno del draft en 2021.
(Fotografía de portada: Tom Pennington/Getty Images)