Él quiere estar. Y hasta el final apurará su ya ganada candidatura. No obstante, la presencia o falta de Anthony Davis en el próximo All-Star Game dependerá de si es capaz de recuperarse a tiempo para jugar este miércoles, cuando los Pelicans se medirán a los Indiana Pacers, informa ESPN.
Mientras, Davis sigue recibiendo tratamiento en su hombro derecho, en el que sufrió un esguince producto de la grimosa caída que sufrió el sábado, jugando ante los Bulls. Su estatus oficial para el choque de mañana sigue siendo de «duda», y se espera que hasta última hora no se sepa si salta de corto a la cancha.
De no hacerlo, peligraría tan seriamente su concurso en el All-Star –el primero en el que ha adquirido honores de titular– hasta tal punto que tendría más que difícil llegar a tiempo. Para la franquicia, además, resultaría ilógico que si no ha jugado con su equipo por lesión, lo hiciese en el All-Star.
Pandemia de lesiones
Medio millar de tuertos parecen haber mirado el actual All-Star. Recientemente, Dwyane Wade fue anunciado oficialmente como baja, debido a sus problemas en los isquiotibiales. Y, también por el Este, Carmelo Anthony se encuentra tratando de decidir si sus problemas en la rodilla le permiten acudir a la cita. En el caso del alero, sería muy extraño que faltase a la cita, contando que el partido se disputa en su ciudad natal, Nueva York, y ante su afición, en el Madison Square Garden.
En el Oeste, Kobe Bryant tuvo que renunciar por su lesión en el hombro. Y, hace unos días, le tocó a Blake Griffin, de baja indefinida por problemas en el codo.