Lance Stephenson se ha tomado la eliminatoria contra Miami y su emparejamiento con LeBron James como algo personal. Tras decir que James estaba pendiente de él asegurando que eso era un síntoma de debilidad para después arrepentirse de sus palabras, ayer tocó una nueva estrategia, la de soplar en el oído de King James o acercarse a los corrillos de Miami a ver qué decían.
«Estoy aquí solo para jugar al baloncesto. Todas las actividades que se salgan de ahí no son para mí», explicó James tras el encuentro. «Solo intento ganar. Necesitamos una victoria más para llegar a las Finales. Esa es mi única preocupación. Todo lo de más, lo que quiera hacer Lance, no me importa».