Mucho se ha hablado sobre si las terceras Finales consecutivas entre los Warriors y los Cavaliers pueden llegar a aburrir, a cansar al espectador. Sin embargo, cualquier duda que pudiera haber al respecto ha quedado desterrada con los espectaculares datos de audiencia en Estados Unidos arrojados tras los dos primeros partidos.
Hay que retroceder casi dos décadas, a las Finales de 1998 entre los Bulls de Michael Jordan y los Utah Jazz de Karl Malone y de John Stockton para asistir a unos datos de audiencia televisa tan altos como los registrados ahora en 2017. Después del Game 1 y del Game 2, la media de espectadores se acerca a los 20 millones (19,6), un 5% más que en 2016, según datos aportados por Associated Press
Por tanto, parece que el interés aumenta por ver unas Finales que, concretamente en el partido del pasado domingo, se han acercado a cifras de audiencia propias de otra época dorada como fue la última década del siglo pasado. Y es que la segunda victoria de los Warriors fue vista por 20,1 millones de televidentes, un 13% que el segundo choque de 2016 y la mejor cifra desde los 23,1 millones que logró el Game 2 de las Finales de 1998.