Tras un año como uno de los coches escoba de la Conferencia Este, los Chicago Bulls parecen haber recuperado argumentos de cara a competir desde ya mismo en la próxima temporada 2018-19. La llegada de Jabari Parker (un año más otro sujeto a team option) más la presencia de jóvenes emergentes como Zach LaVine, Kris Dunn o Lauri Markkanen anticipan un futuro próximo en clave ‘in crescendo’.
Precisamente una de las piezas llamadas a cimentar el acelerón de Chicago en los próximos años, Markkanen, habría protagonizado un notable cambio físico este verano. El ala-pívot finés habría ganado alrededor de seis kilos de peso (músculo) para estar en disposición de pelear ante ‘cuatros’ con mayor tonelaje que sí mismo.
«Todo el mundo dice que estoy más grande pero no tengo ni idea. Me siento bien. He ganado 14 libras (6,3 kilos). En general me siento más fuerte. Espero poder mantener este aumento de peso y jugar con él porque creo que me ayudará en mi juego», pudo alegar Markkanen y se hizo eco K.C. Johnson (Chicago Tribune).
A sus conocidas armas desde el lanzamiento exterior y penetración eléctrica, es probable que Markkanen pueda añadir algo más de danza en la pintura en el nuevo curso. Para ello y para estar físicamente mejor preparado está trabajando durante el verano.
Estreno inmejorable
La pasada campaña Markkanen se destapó como una de las grandes adquisiciones de Chicago en los últimos años, dejando 15,2 puntos, 7,5 rebotes, 1,2 asistencias y 43,4 por ciento en tiros de campo (36,2 en triples). Llegó a la Ciudad del Viento como parte del traspaso (en forma de ronda del Draft) que condujo a Jimmy Butler hasta Minnesota. Con él también llegaron en el paquete LaVine y Dunn, un kit inmejorable para edificar el futuro de la franquicia que empezará esta misma temporada.
No en vano, Markkanen formó parte del quinteto ideal de novatos el pasado curso junto a un cartel tan granado como Jayson Tatum, Donovan Mitchell, Kyle Kuzma y Ben Simmons. A buen seguro, todos ellos camino de ser estrellas de la NBA.