Zach LaVine lleva cuatro años en Chicago y, salvo milagro, hará pleno de temporadas sin pisar los playoffs. Su rendimiento, ajeno a los resultados colectivos del equipo, ha sido realmente bueno hasta alcanzar su mejor nivel en la presente campaña con un promedio de 27,5 puntos por partido y siendo por primera vez All-Star.
Con tales datos, LaVine se acerca al final de su actual contrato (concluye en 2022) con la vista puesta en un posible máximo salarial. No es un tema baladí, ya que no se trata solo de millones, sino de respeto y estatus dentro de la NBA. Ese es el escenario al que se acercan jugador y franquicia. Si los de Illinois quisieran extender su contrato ya este verano, podrían ofrecerle un máximo de cuatro años y 104,8 millones de dólares. LaVine seguramente rechazaría tal oferta, ya que meses después podría firmar un acuerdo más cuantioso. ¿Será entonces cuando certifique su renovación por el máximo? Fuentes de Joe Cowley de Chicago Sun-Times muestran otro camino.
Según el citado medio, y pese a que en varias ocasiones se ha informado de que el plan de LaVine es percibir el máximo salarial, ahora esa perspectiva podría haber cambiado, ya que el guard estaría dispuesto a renunciar a parte del dinero que podría ganar si eso ayuda a que el equipo se refuerce para acercarse a la élite de la competición.
No está claro de cuánto dinero estaríamos hablando, ni de si los Bulls realmente harían movimientos importantes (acertados) con tal cantidad. Lo que no deja dudas es que empiezan a sentir la necesidad de contentar a su estrella. Justo antes del cierre de traspasos adquirieron a Nikola Vucevic, un fichaje que les ha ayudado mucho en esas últimas semanas, pero que no ha podido mostrar todas sus consecuencias positivas justo por la baja de LaVine. Ahora parece que la idea es seguir construyendo en esa línea.
Arturas Karnisovas, quien lleva poco tiempo al frente de las operaciones de baloncesto del equipo, apunta a ser agresivo en las próximas fechas. Sabe que tiene que construir un equipo en el que posiblemente ahora no tenga muchas piezas que entren en sus planes, pero las dificultades no le hacen mirar a largo plazo. Quiere que ganar partidos se convierta en hábito más pronto que tarde.
(Fotografía de Matthew Stockman/Getty Images)