Para LeBron James la pasada madrugada fue enormemente especial. Tras 20 años en la NBA se coronaba como el máximo anotador de todos los tiempos y lo hacía vistiendo el oro y púrpura, justo los colores que anteriormente encumbraron a Kareem Abdul-Jabbar, quien le pasó el testigo.
El Rey no pudo evitar emocionarse, pero fiel a su capacidad a cumplir con lo que se espera en todo momento, no solo hizo mención con sus palabras al hecho de ser el primero en la lista de máximos anotadores de la NBA, sino que centró su corto discurso en dar las gracias a todos aquellos que le han ayudado a vivir un sueño que ha durado –por ahora– dos décadas.
«Solo quiero dar las gracias a los fieles de los Lakers. Sois únicos. Poder estar en presencia de una leyenda tan grande como Kareem significa mucho para mí. Es una lección de humildad. Por favor, pónganse en pie para darle una ovación al Capitán, por favor… A mi hermosa esposa, mi hija, mis dos hijos, mis amigos… hombre, todos los que alguna vez han sido parte de esta carrera conmigo en los últimos 20 años… Más de 20 años… Solo quiero decir que les agradezco mucho haberme permitido ser parte de algo con lo que siempre soñé», sentencia.
El Rey hablo, pero no fue el único, ya que Kareem admitió que siempre había pensado que llegaría el día en el que alguien le arrebataría el récord. Ha llegado.
«La carrera de LeBron es la de alguien que planeó y se propuso dominar este juego. Lo lleva haciendo durante casi 20 años. Tienes que darle crédito por la forma en que ha jugado: siempre siendo duro y dominante. Tiene esa esencia indefinible que llaman liderazgo. Siempre pensé que el récord podía romperse. Solo tenía que llegar alguien con una vocación ofensiva como la suya».
Por último, fue otra leyenda de los angelinos como Magic Johnson quien también comentó el hito histórico de LeBron para dejar claro que lo conseguido por El Rey le lleva directamente al olimpo del baloncesto. «Nunca pensé que nadie rompería el récord de puntos de Kareem. Significa aún más para mí porque lo ha hecho vistiendo el oro y púrpura, como un Laker», finaliza.
(Fotografía de Harry How/Getty Images)