El pasado lunes LeBron James realizó uno de los mejores mates del año. Un robo de balón de Dwyane Wade desembocó en un monstruoso alley-oop de LeBron que dio con Jason Terry en el suelo.
James, quien se quedó mirando a Terry, fue sancionado con técnica por ese gesto. Pero la realidad es que para el alero el mate fue un placer y así lo expresó ayer antes del partido ante los Cavaliers.
«He tenido oportunidad [de verlo repetido], y fue uno de mis mejores [mates]. El hecho de que ocurriera ante J.T. lo hace aún más dulce. Porque todos conocemos a J.T. y a veces habla mucho. Estoy encantado de que le ocurriera a él».
Jason Terry dijo en las Finales de 2011 que James no podría defenderle durante toda la serie entre Mavericks y Heat y hace pocos días declaró «no estar realmente impresionado» por la racha de victorias de Miami «ni por nada que ellos hagan».