El alero de los Miami Heat ha probado en el último entrenamiento a jugar con una máscara protectora que podría utilizar contra los Knicks este próximo jueves.
LeBron James no quiere perderse más partidos ahora que su equipo se ha acercado al primer puesto de la Conferencia Este que ostentan los Indiana Pacers, y es por ello que pese a no encontrarse plenamente recuperado de la fractura que sufrió en la nariz contra los Thunder, quiere regresar ya.
El propio James ha admitido que usar máscara no es cómodo, ya que provoca calor, distrae y empaña la visión; sin embargo, entiende que es necesaria para reducir el dolor en caso de recibir algún golpe en el rostro.