La carrera de LeBron James está repleta de proezas. Sus estadísticas, sus finales, sus anillos, sus All-Stars… su liderazgo. A sus 36 años la estrella de los Lakers no está viviendo una segunda juventud, es que nunca se despidió de ella. Con un juego que no entiende del paso del tiempo ni de rivales, El Rey se situó anoche por encima de la barrera de los 35.000 puntos, algo que en toda la historia de la NBA solo han conseguido Kareem Abdul-Jabbar y Karl Malone, primero y segundo respectivamente en la lista de máximos anotadores.
LeBron se fue hasta los 32 puntos ante Brooklyn. No pudo evitar la derrota pese a su despliegue ofensivo, pero un tiro libre poco antes del descanso le sirvió para darle un nuevo bocado a la historia del baloncesto. Ahora se encuentra con 35.017 puntos; y sí, claro está que uno de sus objetivos para las siguientes campañas es superar tanto a la leyenda de Utah como a quien lo fue de oro y púrpura. El hambre de James es insaciable.
Parece mentira que LeBron lleve jugando desde 2003. Han pasado 18 años y parece que sigue en su prime. Para algunos jugadores ese periodo de máximo nivel se ciñe a poco tiempo (quizás un lustro). Para LeBron es simplemente un modo de vida. En la actual campaña se marcha a un promedio de 25,9 puntos, 8,2 rebotes y 7,9 asistencias. Es una bestialidad.
Hoy pasamos de comparaciones. Michael Jordan, Kobe Bryant, Tim Duncan, Bill Russell, Larry Bird, Magic Johnson, Kareem… La NBA está repleta de leyendas, de chicos que en un momento dado dejaron boquiabiertos a todos quienes tuvieron la suerte de disfrutarlos. No es momento de sacar la balanza, es momento de sentarse y contemplar el ‘vuelo’ de uno de los más grandes de la historia.
(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)