La derrota de la madrugada del viernes ante los Bulls ha sido un gran traspiés en el camino de los Cavaliers. Ahora les toca apretar los dientes más que nunca para que la serie no se les vaya de las manos, y LeBron James se siente capital en dicha reacción.
Es más, el alero tiene claro que ahora es el momento de liderar aún más al equipo y no mostrar ni un signo de debilidad frente al resto de sus compañeros.
«En cada partido de Playoffs, ganar es una emergencia», dijo James ayer. «Como líder del equipo, no puedo decaer. No voy a mostrarme destrozado por haber perdido. No ante estos chicos. Necesitan mi liderazgo, más que nunca. No mostraré ninguna debilidad».
La actitud positiva y también de lucha que está mostrando James sin duda corresponden a lo que se espera de un líder, pero él sabe que ahora es cuando ha de dar un poco más de sí mismo para que continúen las opciones de ganar el anillo.
«Todavía tengo muchas esperanzas en este equipo. Con lo que tenemos ahora mismo disponible podemos competir a un alto nivel», expresó el jugador.