LiAngelo Ball no piensa darse por vencido a la primera. Tras entrenar con Los Angeles Lakers a finales del mes de mayo, ahora ha llegado el momento de hacerlo con Golden State Warriors, equipo al que ha visitado con la idea de seguir demostrando que puede tener un sitio en la NBA.
No lo tendrá fácil. Sus problemas en UCLA, donde fue apartado del equipo tras el incidente de China, no ayudan para que alguna franquicia apueste por él; es más, muchos analistas coinciden a la hora de dejarlo fuera incluso de la segunda ronda del Draft. Como es natural, él espera que no sea así, pero está listo para buscarse su sitio más allá de lo que ocurra el 21 de junio.
«No sé qué equipos me están siguiendo en este momento. Pero estoy preparado para el Draft y para lo que me espera. Me siento bien presentándome al Draft. Siento que voy a ser elegido y que puedo ser productivo para un equipo. Pero si no me eligen, irá a la G-League, seré agente libre o me uniré a algún equipo en la Summer League», comenta a los medios tras entrenar para los de Oakland.
Su periplo lituano
Sin demasiados datos para evaluarlo tras dejar obligado la disciplina del equipo de UCLA, las franquicias que lo han visto en acción –por ahora Lakers, Warriors, Suns y Thunder–, solo cuentan con las referencias obtenidas de su paso por la liga lituana. Allí, en Europa y jugando para el Vytautas Prienu, disputó un total de 14 partidos oficiales para promediar 12,6 puntos, 2,8 rebotes con un 41,5% en triples en 21,7 minutos por noche. ¿Suficiente para gastar en el un pick del Draft?