La posibilidad de ver a Carmelo Anthony con la camiseta de Portland Trail Blazers fue muy real. Pese a que el alero de Baltimore parece ahora inclinado a seguir en los Knicks, las conversaciones entre él y la estrella de los de Oregon, Damian Lillard, se produjeron hasta el punto de que este segundo le sugirió renunciar a la cláusula anti-traspaso para poder unirse a su equipo. Ahora, el base admite que tampoco quiso apretar demasiado a Carmelo.
«No parecía contrario a venir. No quería presionarlo. No soy gran fan de llevar a cabo ese reclutamiento persuasivo. Supongo que lo llaman tampering, pero no va contra las reglas que interactuemos unos con otros. Todos somos compañeros, jugamos en la misma liga y nos sugerimos entre nosotros: ‘¿Qué piensas de esto?’. Todo lo que importa es si se hizo o no», explica a The Undefeated.
Mirando ya a la campaña que se acerca, Lillard cree que ha llegado el momento de olvidar lo que pudo ser y pensar solo en lo que tienen, ya que el éxito depende de ello. «No estoy renunciando a nada. Creo que he hecho lo que puedo hacer y el training camp llega en pocas semanas. Tienes que centrarte en prepararte con los que estamos. Cualquier cambio que se haga depende de la oficina, los Knicks o quien sea. Pero mi mente se concentra únicamente en lo que puedo controlar».
Centrado en la defensa
Con C.J. McCollum a su lado en el backcourt, Lillard sabe que los puntos están asegurados. Por ello, prefiere centrar esfuerzos en defensa, apartado en el que el curso pasado fueron el 21º peor equipo al recibir 107,8 puntos por cada 100 posesiones. «Tengo mucha confianza en nuestro equipo. Todavía somos un grupo joven. Obviamente, podríamos mejorar en muchas áreas como grupo. Con todo lo que tuvimos que pelear el curso pasado acabamos entrando igualmente en playoffs. Por tanto, si mejoramos como necesitamos en defensa y mantenemos un nivel consistente, podemos ser bastante buenos».