Si el primer día todo era felicidad por Milwaukee, en el segundo acto de la era Damian Lillard todo se tornó en pesadilla. Es la mejor palabra para lo que vivió el base All-Star ante Atlanta Hawks, equipo que doblegó a los Bucks por un claro 110-127 y que le tuvo plenamente bajo control.
En una noche aciaga para Lillard, este se quedó en 6 puntos combinados con 6 pérdidas en 29 minutos de juego. Además, estuvo más que errático en el lanzamiento para quedarse en un 2 de 12… Según explica ESPN, y tras debutar con 39 puntos contra Philadelphia 76ers, la diferencia negativa de 33 puntos en la mayor de la historia para cualquier jugador entre su primer y segundo partido con una franquicia. El point guard asegura que encuentros así son normales cuando se está en proceso de aprendizaje.
«Todavía estamos aprendiendo unos de otros. Es un proceso en el que debo aprender a activarme cuando tengo un comienzo como este o un juego así. ¿Cómo encuentro mi ritmo sin tener el balón? ¿Dónde encuentro esos momentos y esas oportunidades para ponerme en marcha y poder ser positivo? Eso es parte del proceso. Es apenas nuestro segundo partido. No hemos jugado muchos partidos juntos. Creo que a medida que avancemos, lo resolveremos y mejoraremos en eso», señala.
Lo cierto es que la noche fue históricamente mala para Lillard. El ahora jugador de los Bucks llevaba 79 partidos consecutivos anotando en dobles figuras, llegando a tener anteriormente una racha de 230 entre 2016 y 2019. Y hay más, no se quedaba sin puntos al descanso desde 2020. En cualquier caso, Giannis Antetokounmpo también pide paciencia.
«Sé lo bueno que es. Al final del día, necesitamos que siga lanzando a canasta y que siga siendo tan grande como es. Obviamente no ganamos el partido, pero ahora es nuestro hombre. Es el segundo partido. Es muy, muy pronto. Todavía estamos averiguando el camino. Estamos averiguando qué funciona. Estamos averiguando en qué somos buenos y en qué no somos buenos», sentencia el griego.
(Fotografía de Patrick McDermott/Getty Images)