Hasta tal extremo empujan las ganas de Lonzo Ball de terminar jugando en el Staples Center —del lado brillante se entiende— que el presumible próximo número dos del Draft 2017 no ha querido entrenarse con Boston Celtics. La explicación es bien sencilla. Si no tiene un bis a bis con la entidad que elegirá primero, dará vía libre para que los Lakers le elijan en segundo lugar. Para jugar donde siempre ha querido. Aunque Lonzo ha cerrado la puerta a los Celtics, sí podría realizar un entrenamiento privado con Philadelphia 76ers, tal como ha podido informar el periodista Chris Haynes, de ESPN.
Los Sixers elegirán en tercer lugar en el certamen de jóvenes, inmediatamente por detrás de Boston y Lakers, por lo que también poseen una posición del todo favorecida en el Draft 2017.
El encuentro entre Ball y los 76ers está todavía por confirmar y dependerá también de lo que decida Harrison Gaines, el agente del joven base procedente de UCLA. La reunión llegaría a celebrarse si Bryan Colangelo, general manager de Philadelphia, convence al agente de Ball de que el estilo de juego de los futuros 76ers puede encajar en las destrezas de su representado.
La hipotética elección de Ball por parte de Philadelphia podría pecar de falta de claridad en cuanto a estrategia de juego, ya que en la organización se pretende entregar galones de dirección a Ben Simmons. El joven alero debutará el curso 2017-18 en la NBA, tras no poder hacerlo el pasado por lesión.
Draft que viene
Los 76ers, aunque no les llegue Lonzo Ball, tendrán una muy buena opción de reforzar su puesto de base titular en el próximo Draft. Nombres destacados como De’Aaron Fox, Malik Monk, Dennis Smith o Frank Ntilikina llegarán libres a la investidura número tres, así que la entidad de Philadelphia podrás hasta meditar el catálogo de jóvenes estrellas.