Los 76ers recuperan el factor cancha con una victoria en Atlanta

Pese a que arrancaron la serie perdiendo la ventaja de campo, los Philadelphia 76ers no han tardado en recuperarla. Los de Doc Rivers asaltaron esta madrugada el State Farm Arena, en el que se impusieron por 111-127 para volver a hacerse con el factor cancha y tomar la delantera en la serie por 2-1. De esta forma, los líderes del Este se sitúan a solo dos victorias de regresar a unas Finales de Conferencia, y parecen haber logrado aplacar el ímpetu de unos Hawks que ya demostraron sus ganas de dar la sorpresa en el Game 1.

Y es que los 76ers no solo ganaron, sino que dieron un golpe de autoridad gracias a su gran segunda parte. En ella, rompieron un encuentro que estaba parejo al descanso y no dejaron que Atlanta pudiera soñar nunca con la remontada, ya que llegaron a ganar por hasta 22 puntos y mantuvieron siempre una renta suficiente como para que no se atisbasen opciones de perderla.

Joel Embiid fue en gran parte responsable de este dominio gracias a sus 27 tantos, de los cuales 17 llegaron tras el descanso, así como con sus 9 rebotes y 8 asistencias. El camerunés, cuyo dominio obligó a los Hawks a buscar constantemente dos contra uno, no pudo tener tanto peso como de costumbre en la ofensiva, pero a base de forzar tiros libres y de hacer valer su poderío en la pintura logró sumar de forma frecuenta para los suyos. Todo esto, con problemas en su rodilla y tras sufrir dos llamativas caídas que le hicieron sufrir daños en su tobillo y en la espalda, lo que generó preguntas sobre su estado físico por parte de la prensa.

«Estoy bien. Estoy de pie, caminando, y he terminado el partido, así no hay ningún problema» aseguró tras el choque. «Voy a seguir peleando, que es lo que he hecho desde que me dedico al baloncesto. Pase lo que pase, hay que levantarse y seguir».

El pívot estuvo secundado en anotación por Tobias Harris, autor de 22 puntos, y de Ben Simmons, que terminó con 17 y 7 asistencias y dio un paso adelante en ataque ante la excesiva atención de la defensa sobre Embiid. Furkan Korkmaz, por su parte, alcanzó los 14 tantos tras contar con más presencia de lo habitual debido a la lesión de Danny Green, que tuvo que abandonar el partido por culpa de lesión en la pantorrilla y no llegó a jugar ni siquiera 4 minutos.

En Atlanta, Trae Young terminó una vez más como máximo anotador con 28 puntos, a los que añadió 8 asistencias, aunque la defensa de los 76ers dio continuidad a la buena línea del Game 2 y consiguió reducir su impacto con respecto al primer encuentro. John Collins, con 23 puntos, le siguió de cerca, mientras que Bogdan Bogdanovic y Danilo Gallinari aportaron 19 y 17 respectivamente.

Los locales se mantuvieron en partido hasta que un parcial de 0-11 en el tercer cuarto les dejó ya muy por detrás y marcó una brecha que fue irrecuperable para ellos. Philadelphia supo controlar el duelo a la perfección desde entonces, no dejando rehacerse a unos Hawks que, no obstante, no parecen dispuesto a dejarse invadir por el desánimo. «No es nada para lo que no podamos hacer ajustes» aseguró Trae Young.

(Fotografía de portada: Kevin C. Cox/Getty Images)


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