La reconstrucción en Philadelphia 76ers, marcada por un tanking feroz, es algo con lo que ya hemos aprendido a convivir y cuyos resultados actuales sorprenden a pocos. No obstante, cuando parece que el presente no puede lucir peor, la franquicia ha vuelto a apuntarse un nuevo récord negativo en la historia de la NBA.
Y es que ningún equipo había empezado dos temporadas consecutivas con un 0-11 en su casillero. Tras caer derrotados ayer en Dallas 92-86 en un partido en el que perdieron 27 balones, los Sixers suman además 21 encuentros seguidos desde la pasada campaña sin conocer la victoria.
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Mientras en Oakland los fans empiezan a preguntarse si los Golden State Warriors pueden alcanzar el mejor balance victorias-derrotas jamás visto en la NBA (el 72-10 de los Bulls 1995-96), en Philadelphia la realidad se vive muy distinta. El peor saldo en una temporada de 82 partidos corresponde, de hecho, a los 76ers, que en la temporada 1972-73 se quedaron con un triste 9-73.
¿Firmarán los actuales nueva marca a batir o terminará por imponerse la calidad de jugadores como Nerlens Noel o Jahlil Okafor? El futuro en Philly se presenta brillante pero la actualidad continúa camino de unos récords que no van ligados a la grandeza.