15+2. Es la nueva cifra máxima manejable, y los Philadelphia 76ers, hemos sabido hoy por boca de su presidente de operaciones Bryan Colangelo, no han reservado ni un sólo hueco para el respiradero. Ante posibles contingencias, les será más difícil actuar. Son los que están y están los que son; vamos con ellos.
Hasta anoche eran todavía veinte los jugadores con posibilidades de iniciar la temporada regular con el equipo, por lo que tocaba desprenderse de tres. Han sido Andrew Andrews, Marc Loving y James Webb III; los previstos. Porque, previamente, Emeka Okafor ya se había adelantado, entendiendo que aún le faltaba rodaje, y auto-degradándose a los Delaware 87ers de la G-League.
Ahí se encontrará con los dos jugadores que han firmado el two-way contract con la primera plantilla: James Michael McAdoo y Jacob Pullen. Pocas veces un equipo de la Liga de Desarrollo había juntado en un mismo vestuario un ex Rookie del Año y un par de anillos de campeón de la NBA.
Tres unidades de lo más aprovechables
De este modo, a Brett Brown le queda una plantilla de lo más profunda y completa que, por posiciones —dentro de la versatilidad de las mismas—, se canta del siguiente modo:
- Bases: Markelle Fultz, T.J. McConnell, Jerryd Bayless.
- Escoltas: J.J. Redick, Nik Stauskas, Justin Anderson, Furkan Korkmaz.
- Aleros: Ben Simmons, Robert Covington, Timothe Luwawu-Cabarrot.
- Ala-pívots: Dario Saric, Amir Johnson, Richaun Holmes.
- Pívots: Joel Embiid, Jahlil Okafor.