Es salir el nombre de Dwight Howard y la palabra hack viene casi a colación. Ha habido una temporada en la que hacerle falta aposta para llevarle a la línea de libres y verle fallar no era tan común, pero cuando las cosas han apretado ha vuelto a resurgir.
Eso debió pensar el entrenador de los Blazers, Terry Stotts, cuando mandó hacer el Hack-a-Howard al pívot de los Rockets y logró sacar beneficio al ver como Howard erraba cuatro lanzamientos seguidos en el último cuarto.
Cuando a Stotts se le preguntó por la legitimidad de dicha acción y sobre si volverá a hacerla durante la eliminatoria, el técnico no se andó con rodeos:
«Sirvió para prolongar el partido para nosotros, sin importar lo que él hiciera. Nos dio más oportunidades. Creo que esta acción también tiene su lugar. Puede ser disruptivo a veces y ha ayudado a algunos equipos. Es una opción que siempre está ahí».