Tensa, muy tensa la situación en Ohio.
En el momento en el que Tristan Thompson declinó aceptar la oferta cualificada de los Cavaliers, las tiranteces dentro de la franquicia comenzaron y ahora han llegado el punto de ni siquiera hablarse.
Apunta Cleveland Plain Dealer que ya no hay ningún tipo de comunicación entre la franquicia y el jugador, ni tampoco con el agente del mismo. Lo que habla muy a las claras de que ambas partes siguen estáticas en sus posturas iniciales y que, de momento, no piensan dar su brazo a torcer para llegar a un entendimiento.
Es más, las declaraciones de hace unos días en las que LeBron James expresaba la necesidad de renovar ya a Thompson no parecen haber afectado demasiado en el interior de los Cavs.
En la organización creen que acabará aceptando los 80 millones de dólares que le pusieron sobre la mesa ya que el tiempo corre más en contra del ala-pívot que de ellos. Primero porque éste vive una incómoda situación de «limbo» al ser aún agente libre; y segundo, porque parece remoto que otro equipo pueda ofertarle los 94 millones que él pide.