Chris Paul volvió esta madrugada a las pistas tras 14 partidos de ausencia, y seguramente terminó pensando que el 15 habría sido un número más redondo y más bonito tras el que regresar. Los Boston Celtics arruinaron completamente la reaparición del base arrasando a los Suns por 98-125, propinándoles su mayor derrota de la temporada en un encuentro que podría considerarse que estaba acabado al descanso. Desde luego, a los de Monty Williams les habría gustado que así fuese.
Y es que ni más ni menos que 45 puntos llegaron a separar a amos equipos durante el tercer cuarto, en el que marcador reflejó durante un tiempo un apabullante 49-94. Tras irse a vestuarios con un ya doloroso 42-69, los Celtics no levantaron el pie del acelerador en la segunda mitad, y continuaron golpeando hasta que ya no hubo signos de vida en Phoenix. Fue entonces cuando, sin necesidad de más desgaste, comenzaron a tomarse el duelo con más calma, permitiendo a los locales maquillar ligeramente las diferencias pero no borrar la sensación de absoluta superioridad desplegada.
«Es una derrota que parecen dos derrotas. Por suerte solo cuenta como una» afirmó Devin Booker, que no quiso poner ninguna excusa. «No se puede culpar al calendario, ni a las rotaciones ni al entrenador. Como equipo, tenemos que mirarnos todos al espejo y solucionar esto».
Boston, que no pudo contar con Al Horford, volvió a ser un rodillo ofensivo comandado por Jayson Tatum y Jaylen Brown, que con 25 tantos cada uno liderando al equipo hasta que Mazzula optó por darles descanso. Malcolm Brogdon con 16 puntos y Grant Williams con 14 se unieron también a la fiesta, y hasta 10 de los miembros de la plantilla tuvieron la oportunidad de anotar aprovechando los minutos de la basura.
«Hay que disfrutar estos momentos, pero también hay que analizar qué nos ha llevado a conseguirlo» comentó el técnico visitante tras el choque. «También tenemos que ser conscientes de que la temporada es muy larga y de que esto es algo que podría pasarnos también a nosotros. Tal vez no así, pero llegará el momento en que nos encontremos con varios obstáculos en el camino».
En los locales, Josh Okogie firmó la mejor anotación de su carrera al irse hasta los 28 tantos, aunque lo hizo de forma estéril cuando el duelo estaba ya resuelto. Hasta entonces, fue Devin Booker quien con 17 trató de mantener con vida a los suyos, pero sus esfuerzos fueron inútiles ante el rodillo vestido de blanco y verde que les pasó por encima. Chris Paul, por su parte, pudo disputar 24 minutos en los que sumó 4 puntos y 4 asistencias, pero habrá que esperar a otro día para sacar verdaderas conclusiones sobre su juego.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)