Los Angeles Clippers están empezando a convertirse en el equipo que muchos esperaban. Los californianos sumaron esta noche se cuarto triunfo consecutivo al aplastar por 138-100 a los San Antonio Spurs, empatando con los Pelicans por la cuarta plaza del Oeste y quedándose ya a las puertas de situarse como cabezas de serie de la conferencia. Esta es su mejor racha de victorias de toda la temporada, y, con Kawhi Leonard y Paul George ofreciendo por fin un gran nivel de forma consistente, hay motivos para pensar que pueden darle continuidad.
Esta noche fue George al que le tocó acaparar los focos, pues firmó su actuación más eficiente del curso para comandar a los suyos. Gracias a su 14/19 en el tiro, el alero logró terminar como máximo anotador con 35 puntos, a los que añadió 7 asistencias y 3 robos de balón para redondear una noche muy completa. Kawhi, por su parte, no se quedó atrás, y con 27 tantos y también 7 asistencias se complementó a la perfección con el ex de los Thunder y permitió a los de Tyronn Lue sumar un triunfo de lo más plácido.
La distancia de 38 puntos del marcador final invita ya a pensar que este no fue un duelo demasiado competido, pero es que la igualdad en el electrónico no duró ni siquiera un cuarto. Los Spurs, que nunca fueron por delante, estaban ya 16 abajo transcurridos los primeros 12 minutos (41-25), y el partido se convirtió entonces como un mero trámite para ambos conjuntos. La diferencia no dejó de ampliarse y los locales no dejaron de divertirse, dando la oportunidad a los 13 hombres disponibles de pisar la pista y de tener su momento para lucirse.
«Tenemos que seguir construyéndonos como equipo» afirmó Lue, que se mostró satisfecho con la forma en que los suyos han ido evolucionando con el avance del curso. «Estamos yendo a más. Todavía nos queda mucho por crecer, pero me gusta lo que estoy viendo ahora mismo».
Menos palabras positivas pudieron decir los visitantes, que cayeron por segunda noche consecutiva en el Crypto.com Arena tras medirse la pasada madrugada a los Lakers. Keldon Johnson e Isaiah Roby, con 19 y 14 tantos respectivamente, fueron quienes más trataron de dar la cara, pero desde el principio se hizo muy evidente que había poco que hacer. No es en ganar este tipo de partidos en lo que deben centrarse los texanos esta temporada, pues, como comentó Popovich, están en fase de aprendizaje.
«Hemos jugado duro, pero nos han dado una paliza. Con suerte, al menos habremos aprendido algo» aseguró el técnico al terminar el encuentro. «Ahora nos toca volver a casa y resetear».
(Fotografía de portada: Harry How/Getty Images)