Heat 121 – Timberwolves 122
Partido loco el vivido en Miami. Los Heat tuvieron dos veces la victoria en las manos de Mario Chalmers, quien tanto al final del del cuarto periodo como de la primera prórroga, dispuso de dos tiros libres a pocos segundos para poner por delante a los suyos; sin embargo, en ambas ocasiones convirtió sólo uno.
La posibilidad de victoria para los de Florida tuvo una réplica similar en su rival, ya que Kevin Love dispuso de un lanzamiento (ambos triples) tras los fallos de Chalmers, pero no logró encestar en ninguna de las ocasiones.
Quien no falló fue Corey Brewer, que tras recibir una falta a poco más de un segundo para la conclusión de la segunda prórroga tuvo dos tiros libres para romper el empate en el electrónico. Metió uno. El intento a la desesperada de Ray Allen apenas tocó aro.
Kevin Love y Ricky Rubio fueron los líderes de los de Minneapolis; el primero de ellos se fue hasta los 28 puntos y 11 rebotes, mientras que el base español tuvo una destacada actuación con 13 puntos, 5 rebotes y 14 asistencias.
Budinger se une a la fiesta
Tras una temporada en la que volvió a empezar lesionado y en la que le ha costado coger el ritmo, Chase Budinger se guardó su mejor actuación del año para la visita a Miami. El alero de los Wolves superó por primera vez la barrera de los 20 puntos, hizo 24, y además con un excelente porcentaje en el triple, 5 de 7.
Por parte de los Heat, LeBron James volvió a estar a un gran nivel, finalizando el partido con 34 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias. También superaron la veintena de puntos, Chris Bosh, con 24, y Mario Chalmers, otros 24.
Para Bosh, cuestión de dinámica
«Ha sido un partido extraño. Tuvimos oportunidad tras oportunidad. Simplemente parece que esto va a ser así durante toda la temporada«, expresaba al final del partido el ala-pívot de los Heat.
La derrota de Miami, unida a la de los Pacers en Toronto, vuelve a dejar a ambos conjuntos igualados en la lucha por la primera plaza de la Conferencia Este.
Los Wolves rompen la mala racha
La victoria sirvió para que los Timberwolves volviesen a saborear lo que es un triunfo ante el actual bicampeón de la NBA, ya que hasta este último partido acumulaban siete derrotas consecutivas contra ellos.