Los líderes de la Conferencia Oeste han sufrido dos varapalos inesperados de forma consecutiva cuando más benevolente se situaba el calendario para ellos. Con una diferencia de apenas 48 horas, los Utah Jazz han caído derrotados en dos ocasiones ante los Minnesota Timberwolves, segundo peor récord de la Conferencia Oeste.
La franquicia de Minneapolis ha mostrado una cara muy distinta desde la contratación de Chris Finch como head coach. Aún así, dos derrotas no eran contempladas en ninguno de los escenarios barajados en Salt Lake City. De hecho, estos dos triunfos suponen la segunda vez en toda la temporada que los Timberwolves encadenan dos victoras consecutivas. En la primera, coincidiendo con el arranque del curso, también vencieron a los Jazz, ante quienes registran un inmaculado 3-0.
Estas dos derrotas han hecho saltar las alarmas entre un sector de la afición, la cual ve como la primera posición del Oeste está en serio peligro ante el empuje de Phoenix Suns y Los Angeles Clippers. Sin embargo, desde la franquicia mantienen su confianza intacta, así como la hoja de ruta fijada hasta el inicio de los playoffs.
«Todavía tenemos mucha confianza en nosotros», aclaró el base Mike Conley según recoge el medio KSL. «Hemos tenido algunas noches inusuales: perdemos la pelota y las decisiones de tiro no eran las correctas. Pero en un futuro miraremos hacia detrás y veremos como partidos como estos nos harán mejores como equipo. Estamos aprendiendo y esto supone grandes lecciones de cara a los playoffs.»
Su compañero Rudy Gobert también se hizo eco de esos mismos pensamientos. El center francés no ve motivos para entrar en pánico y cree que la situación tan solo precisa de pequeños ajustes y atención para regresar al sendero habitual de victorias.
«Me preocuparía si hubiéramos recibido 140 puntos o algo así», afirmó el interior. «Todos los equipos han tenido partidos difíciles. Si no hubiera arruinado la última jugada hubiéramos ganado. Solo tenemos que encontrar distintas formas que nos ayuden a ponernos en situaciones ganadoras todas las noches.»
El propio pívot se había convertido en el protagonista negativo de la noche en una última jugada para el olvido. Los Jazz encaraban los últimos seis segundos del partido con un punto de ventaja y saque de banda para los Timberwolves. En un fallo de comunicación de un Gobert que no entendió el gesto de Conley, el francés salió a tapar el perímetro, dejando completamente solo a D’Angelo Russell para que anotara una bandeja a placer. Un grave error que terminarían pagando con la derrota.
«El objetivo en un principio era quedarme con Towns pero en esa situación tuvimos que cambiar», aclaró Gobert. «Mike hizo exactamente lo que se suponía que debía hacer y yo no. Es una de esas jugadas en la que te sientes como un tonto cuando ves la repetición. No es habitual que pasen cosas así, pero el error es 100% mío.»
Por su parte, el head coach Quin Snyder hizo balance del partido desde un prisma global, sin entrar en ese fatal desenlace o jugadas en particular. Los Jazz mejoraron alguno de los errores del primer partido ante Minnesota tales como las pérdidas de balón o el control del rebote. «La forma en la que jugamos el primer partido fue decepcionante», señaló el técnico. «Esta noche, obviamente, hubo cosas que nos hubiera gustado hacer mejor. Pero las cosas que nos costaron el anterior partido las abordamos en este. No sé si preocupación sería la palabra a utilizar pero, sin duda, siempre queremos ganar.»
Tras estos dos tropiezos, los Jazz solo presentan una ventaja de uno y dos partidos respectivamente sobre Phoenix Suns y Los Angeles Clippers. Aunque teniendo en cuenta la línea ascendente (o descendente) de unos y otros equipos, así como los posibles rivales que devuelva el torneo play-in, no está muy clara la dimensión de los beneficios y sus diferencias entre quedar primero, segundo o tercero.
(Fotografía de portada de Christian Petersen/Getty Images)