Sufrieron más de la cuenta los líderes de la NBA para sacar adelante su último compromiso. En un partido que siguió un guión muy distinto en cada mitad, los Utah Jazz terminaron por imponer su ley (111-119) ante unos Indiana Pacers que se diluyeron con el paso de los minutos. Un triunfo que coincidió con el recibimiento a Dwyane Wade como nuevo propietario minoritario de la franquicia.
Los visitantes arrancaron el duelo mucho más entonados y focalizados en incidir en las debilidades del rival. Domantas Sabonis (22 puntos, 15 rebotes y 6 asistencias) ejercía como catalizador ofensivo del juego, generando para sus compañeros, sumando desde el poste y atacando con agresividad el rebote ofensivo.
Precisamente fue el rebote una de las lagunas de los Jazz, permitiendo hasta 14 capturas ofensivas de su rival que se transformaron en canastas fáciles. Una sangría en la que profundizó la falta de concentración y la mala toma de decisiones en un primer cuarto en el que sufrieron excesivas pérdidas de balón. 20 en el global del partido.
Los problemas defensivos se encrudecieron con la salida de la segunda unidad. Sin Derrick Favors, ausente por lesión, Quin Snyder optó por un small-ball con Ersan Ilyasova como ‘5’ abierto. Lejos de aportar soluciones facilitó que Malcolm Brogdon (16 puntos), Caris LeVert (24 puntos) y un inspirado Goga Bitadze (13 puntos) resquebrajaran las líneas defensivas rivales para aumentar la diferencia hasta los 17 puntos. Al final, 69 unidades las encajadas por los de Salt Lake City al descanso.
No obstante, la segunda mitad fue completamente distinta. Los Jazz aumentaron varias marchas su intensidad en defensa, comenzaron a cuidar mejor la pelota y Donovan Mitchell entró en calor. Sin embargo, la noche terminaría para el escolta antes de tiempo. En una mala caída, Mitchell se dobló el tobillo y abandonó el encuentro para no regresar. Las imágenes mostraron un apoyo muy feo que hacía presagiar lo peor. Finalmente, las primeras pruebas no han arrojado daño estructural aunque no se conocerá un diagnóstico definitivo hasta pasadas unas horas, tal y como informó el periodista Adrian Wojnarowski. Eso sí, el arranque de los playoffs corre serio peligro para él.
Lejos de hundirse, los Jazz tiraron de orgullo y garra para ir desgranando poco a poco la desventaja. La falta de circulación de balón y los triples que se salieron durante la primera mitad empezaron a fluir a su ritmo habitual. Entre Joe Ingles, Georges Niang y Jordan Clarkson (18 puntos) impulsaron a los Jazz para cerrar el tercer cuarto con empate a 89.
Por su parte, los Pacers perdieron todo la frescura y efectividad que habían mostrado en la primera mitad. Las líneas defensivas asfixiaron la primera línea de pasa y Rudy Gobert impuso su dominio en la pintura, minimizando a Sabonis. Sin poder superar esa cachetada, los Jazz aplicaron otra aún más contundente gracias a un parcial de 10-0 liderado por Bojan Bogdanovic (24 puntos).
Caris LeVert añadió algo de emoción con un discutido ‘3+1’ pero los Pacers se obcecaron con el triple en un intento a la desesperada por tomar el control de un partido que se les fue de las manos. Rudy Gobert, con dos rebotes ofensivos vitales, colocó tierra de por medio y el tiro libre terminó sellando el éxito de Utah.
A la espera de las pruebas médicas de Donovan Mitchell, los Jazz afrontan ahora un doble duelo ante Los Angeles Lakers. Vital en el devenir del curso pues Phoenix Suns se encuentra a tan solo partido y medio de distancia.
Mientras tanto, Indiana se marcha del Vivint Smart Home Arena sin una victoria que tuvieron muy cerca y que les hubiera permitido apretar la lucha en la zona media de la Conferencia Este.
(Foografía de portada de Alex Goodlett/Getty Images)