63 minutos de baloncesto hicieron falta para determinar un ganador en la visita de los Kings al Staples Center. El cuadro de Sacramento se impuso a los Lakers por 137-141 después de disputar tres prórrogas, llevándose un triunfo verdaderamente importante en un encuentro que terminó convertido en una batalla entre dos equipos bastante necesitados. Ambos acabaron extenuados después del enorme esfuerzo, pero fueron los de Gentry los que parecieron gestionar mejor el desgaste para acabar añadiendo el triunfo a su casillero.
En un choque tan prolongado fueron muchas las figuras que se erigieron como importantes en momentos puntuales, pero si los Kings encontraron un referente al que agarrarse de manera regular, ese fue De’Aaron Fox. El base, que disputó 52 minutos, logró anotar 34 puntos y repartir 8 asistencias, y protagonizó acciones decisivas como la canasta que puso el empate a falta de 21 segundos y forzó el primer tiempo extra. En ella, el de los Kings se lanzó sin miedo hacia el aro y logró anotar pese a la intimidación de Davis, consiguiendo mandar el partido a la prórroga gracias al fallo de LeBron en la última posesión.
En dicho tiempo extra, el salvador de los visitantes fue Buddy Hield, quien estuvo algo más irregular que Fox pero le secundó en anotación con 25 tantos. El bahameño, con cinco puntos en los últimos 30 segundos del tiempo suplementario, se encargó de mantener a los suyos a la par de los Lakers, primero con un triple muy lejano y luego con una complicadísima canasta sobre la defensa de LeBron que puso el 112-112 con solo 3 segundos para el final. Unos segundos antes, Davis había roto la igualdad con la que parecía la canasta definitiva, pero Hield, tocado por una varita en este tramo, se encargó de hacer que no fuera así.
La batalla continuó durante 10 minutos más, y tras una segunda prórroga en la que tampoco se rompió la igualdad, los Kings lograron por fin llevarse el partido a la tercera. Con un parcial de 4-13, los de Gentry lograron distanciarse lo suficiente como para acariciar por fin la victoria, haciendo estériles los últimos coletazos de los angelinos y permitiendo a Hield sentenciar desde el tiro libre un duelo agónico que supone la octava victoria de Sacramento esta temporada. Los californianos suman un balance de 2-1 desde la salida de Luke Walton, y aunque la muestra es aún bastante corta, esta madrugada han logrado salir bastante reforzados.
LeBron y Davis terminan señalados
Todo lo contrario ocurre en los Lakers, incapaces de cerrar un choque que tuvieron de cara muchas veces (+13 en el último cuarto y varias ventajas en los segundos finales) ante un equipo que no se antoja precisamente como un rival directo. Los angelinos no solo no han disipado las dudas con las que arrancaron el curso, sino que estas parecen ir a más con el paso de las semanas y los rumores acerca de posibles cambios ya empiezan a sonar. Ayer se conocía que desde los despachos ya empiezan a barajar posibles cambios en el banquillo, y desde luego este encuentro va a potenciar esa conversación.
No obstante, no solo Vogel se marchó señalado del encuentro. Pese a sus 30 puntos, 11 asistencias y 7 rebotes, LeBron James firmó un cierre de partido muy mejorable tanto a nivel de toma de decisiones como de acierto en el lanzamiento, y de hecho fueron casi exclusivamente los tiros libres los que le permitieron sumar en el tramo final. El alero terminó con un deficiente 2/15 en triples y con 7 pérdidas, y su intento de salvar al equipo en el tiempo extra fue más bien fallido.
No menos criticado acabó Anthony Davis, que sumó 23 tantos pero pareció empeñarse en vivir fuera de la pintura, desde donde aportó muy poco. Russell Westbrook, con un triple-doble de 29 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes, fue seguramente el mejor de los locales, minimizando sus defectos (lanzó con un 55,6% de acierto y solo perdió 3 balones) y tratando de hacer jugar a los suyos pese a la desorganización generalizada en ataque. El base protagonizó varias acciones importantes en el clutch, pero no fue capaz de salvar a unos Lakers que sumaron una de las derrotas más dolorosas de esta etapa.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)