Los Knicks dejan en silencio al MSG durante una mitad

No fue noticia que los Warriors, incluso en un relativo bache de juego, consiguieran ganar en New York. Ni tampoco que Stephen Curry recuperara su esencia triplista, entrando de paso en el Top-10 de jugadores con más canastas de tres puntos de la historia. Más sorprendió la propuesta de los Knicks de «silenciar» el Madison Square Garden durante la primera mitad. Es decir, sin música de fondo, animaciones o cualquier sonido artificial para darle más ambiente el partido.

«En su forma más pura»

Según anunciaron por el marcador electrónico a los sorprendidos aficionados, la intención era que, al menos durante dos cuartos, los espectadores pudieran «experimentar el partido en su forma más pura», animándoles a que disfrutaran «los sonidos del partido». En efecto, el único sonido de ambiente que apareció en ocasiones fue el de la megafonía del pabellón.

Todo lo demás que se pudo escuchar fue el ambiente en las gradas y los sonidos de la cancha, desde las conversaciones y los gritos de sus jugadores hasta los ruidos del balón o las zapatillas sobre el parqué del MSG. El experimento, amplificado por ser en un partido televisado a nivel nacional y en la única visita de la temporada de los Warriors al histórico pabellón, no dejó especialmente satisfechos a los jugadores.

Una sensación rara


Courtney Lee lo calificó como «extraño», y lamentó no haber aprovechado al máximo la energía del pabellón en la primera mitad. Otro local como Lance Thomas, con similares sensaciones que Lee, lo comparó con un partido de ‘high-school’. Pero la diplomacia mostrada por los jugadores de los Knicks quedó tapada por la elocuencia de un Draymond Green que no tuvo ninguna necesidad de morderse la lengua.

«Fue patético», explotó el ala-pívot de los Warriors. «Fue ridículo. Cambió el flujo del partido. Lo cambió todo. ¿Te acostumbras a jugar de una cierta manera y lo cambian completamente? Para mí, esto fue una completa falta de respeto a Michael Levine (vicepresidente de marketing de la NBA) y Rick Welts (presidente de operaciones de los Warriors) y toda esa gente que han hecho cosas para cambiar el juego desde un punto de vista del entretenimiento y darle al juego un gran ambiente».

«Deberían tirar eso a la basura»


«¿Viste la primera mitad?», ahondó Green. «Fue mala, torpe, sin control. No había ritmo en el partido. Todo eso lo hace diferente, lo creas o no. Te da ritmo. Por eso cuando la gente va y se entrena durante toda la noche, ponen música. Te ayuda a llegar a un cierto lugar». El ala-pívot concluyó sobre esa experiencia que «deberían tirar eso a la basura, porque eso es exactamente lo que fue».

La segunda mitad se disputó con normalidad, con los sonidos habituales de un partido NBA, con música durante los tiempos muertos y promociones durante cada parón del juego. El juego mejoró, con ambos equipos alcanzando el 50% en tiros de campo tras el descanso y con menos pérdidas de balón. Queda por ver si los Knicks o cualquier otro equipo probarán algo similar en el futuro, pero desde luego Draymond Green dejó clara su opinión sobre una idea bastante atípica en los tiempos actuales.


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