La derrota por 110–91 que sufrieron los Lakers en Indianápolis el lunes por la noche parece mucho más benévola de lo que realmente fue.
El equipo californiano realizó la peor primera parte desde que se mudaron a Los Ángeles en 1960 y se fueron al descanso perdiendo por 33 puntos de diferencia, 60–27.
27 puntos en 24 minutos gracias a un 7 de 43 en tiros de campo.
“Se pusieron rápido con ventaja y nosotros no hubiésemos ni podido poner la bola en el agua aún estando en un barco”, dijo Kobe Bryant, autor de 21 puntos tras un cuestionable 8 de 26 en tiros.
“Algunas veces tienes que golpearte a ti mismo por hacer un trabajo atroz. No teníamos piernas al comienzo del partido. No podíamos activarnos”.
Indiana llegó a dominar a los Lakers por 39 puntos (60–21). Rodney Stuckey fue el mejor del partido al lograr un doble-doble con 20 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias.
Fin a las rachas
El resultado del encuentro supuso el final de dos rachas muy diferentes para cada equipo.
Los Pacers venían de perder ocho partidos de forma consecutiva, la peor racha en años para la franquicia. Por su parte los Lakers estaban en su mejor momento de la temporada habiendo acumulado tres victorias seguidas.