En el primer encuentro tras la lesión de Anthony Davis, los angelinos demostraron que hay vida más allá del pívot. Lo hicieron, eso sí, ante uno de los rivales más asequibles del campeonato, pues se impusieron por 119-117 a unos Wizards que acumulan 10 derrotas consecutivas y que no saben lo que es ganar en el mes de diciembre, lo que les convirtió en el visitante perfecto para empezar una andadura de alrededor un mes sin La Ceja en la pintura.
Su ausencia obligó a LeBron a tomar con más fuerza las riendas del equipo, y lo cierto es que el alero respondió liderando a los suyos tanto en anotación con 33 puntos como en generación con 9 asistencias, datos a los que añadió 7 rebotes. Su gran contribución, no obstante, llegó a la hora de echarse a los suyos a la espalda en el último cuarto, pues después de ver a los Wizards tumbar la ventaja de 14 tantos construida por los de Ham en la primera mitad, el de Akron se encargó de evitar que el triunfo volara a la capital con un excelente cierre. James sumó en el cuarto periodo 13 de sus puntos y 4 pases de canasta, el último de los cuales sirvió para crear la canasta decisiva.
Esta no fue ni mucho menos una asistencia canónica, pues LeBron estuvo de hecho a punto de perder el balón con empate a 117-117 y de regalar a Washington un contraataque con el sumar la potencial canasta ganadora. Sin embargo, aunque su pase rebotó en Deni Avdija, el israelí no pudo quedarse con el balón, lo que permitió al de los Lakers mantener la posesión y, con la defensa más abierta tras el caos, habilitar a Thomas Bryant para que ajusticiase a su ex equipo con un mate a falta de 7,4 segundos. El pívot, titular en ausencia de Davis, cumplió muy bien con su papel sumando 16 tantos y 10 rebotes, y encontró el premio de poder anotar la canasta ganadora para reivindicarse como una incorporación importante a la plantilla.
«A veces tienes que seguir órdenes y esperar a que se te llame» comentó cuando se le preguntó por su recién adquirida titularidad. «Es necesario asegurarse de estar preparado para poder contribuir cuando sucede algo como esto. Yo estoy bastante orgulloso de la manera en que me he preparado».
Bryant terminó así como tercer anotador local tras el propio James y tras Lonnie Walker IV, que volvió a ser una importante presencia ofensiva con 21 puntos. Dennis Schröder y Austin Reaves contribuyeron con 12 cada uno, mientras que Russell Westbrook se quedó en 9 pero añadió también sendos rebotes y 8 asistencias.
Los Wizards, por su parte, estuvieron comandados por su Big Three (o Medium-Size Three), que se combinó para un total de 72 tantos pero que no encontró demasiado apoyo en el resto de la plantilla. Bradley Beal lideró al equipo con 29 puntos seguido por los 22 y 21 de Kyle Kuzma y Kristaps Porzingis, que sumaron además 16 y 11 rebotes respectivamente, pero al margen de ellos prácticamente ningún otro hombre tuvo una intervención destacada. Solo Daniel Gafford, con 12 tantos, les sirvió de apoyo, y fue de hecho uno bastante importante en el último cuarto, que habría acabado de forma bien distinta si el triple intentado por Kuzma en la última posesión hubiese entrado.
Wes Unseld Jr., sin embargo, se centró más en la última posesión de los Lakers que en la propia en sus declaraciones: «Ha sido frustrante. Hemos intentando obligar a LeBron a soltar el balón y hemos conseguido cortar el pase, pero no hemos podido quedarnos con la posesión».
(Fotografía de portada: Meg Oliphant/Getty Images)