Los Mavericks se han colocado a una sola victoria de cobrarse su particular venganza sobre los Clippers. Los de Jason Kidd se rehicieron bien del tropiezo en el cuarto partido y retomaron la delantera de forma más que contundente, imponiéndose por un arrollador 93-123 que ayudó a que lo del encuentro anterior pareciera un accidente. Y, sobre todo, a que los angelinos parecieran un equipo prácticamente listo para hacer las maletas.
Si el éxito de los de Tyronn Lue en el Game 4 fue hacer que el guion del arranque se pareciera al del primer duelo, Dallas logró esta vez que el choque remedara a ratos al Game 3. Pero con una diferencia no precisamente pequeña: hoy Luka Doncic sí se pareció a sí mismo. Y eso abre una infinidad de puertas.
El esloveno no está todavía al nivel de su versión más arrolladora, pero este fue sin duda el duelo de la eliminatoria en que más se acercó. El tiro exterior sigue sin estar de vuelta, pero su capacidad para atacar la pintura y marcar los tiempos sí que fue determinante tanto a la hora de hacerle firmar su mejor actuación de la serie como de hacer que el choque se jugara como a los Mavs les convenía. Con 35 puntos y 10 asistencias fue, por fin, el mejor con diferencia sobre la pista, lo cual no fue difícil dada la escasa competencia que tuvo enfrente.
Se busca a Harden y George
Y es que si Luka recuperó su chispa, los Clippers perdieron por completo la suya. Sin Kawhi Leonard, James Harden y Paul George se han encargado de mantener con vida a los californianos, pero en esta ocasión vivieron una de sus noches más negras. Dicho desastre fue especialmente llamativo en el caso de La Barba, que se erigió como héroe del cuarto encuentro con una excelente actuación en el clutch pero que pasó esta vez por el parqué con mucha más pena que gloria, quedándose en un pobre 2/12 en tiro que le impidió pasar de los 7 puntos.
La terrible noche del base hizo pasar algo más desapercibido el partido de George, que sin embargo no estuvo mucho mejor con un 4/13 y 15 tantos en su haber. Pero más preocupante fue el hecho de que nadie más tomara el relevo. De hecho, el alero fue el máximo anotador local empatado con Ivica Zubac, lo cual dejó a los angelinos sin ningún atisbo de competitividad e hizo que acabaran la noche absolutamente arrollados.
A esto contribuyó Doncic, sí, pero también la defensa de Dallas, que volvió a causar muchísimos estragos gracias a la capacidad atlética de Derrick Jones Jr. y P.J. Washington o al esfuerzo de Kyrie Irving, poco acertado de cara al aro al quedarse en 14 puntos pero verdaderamente determinante en muchos otros factores. Los de Kidd demostraron casi desde el inicio tener claro cuál era el guion a seguir, y si consiguen repetirlo durante la noche del viernes tendrán muchas posibilidades de asegurar su presencia en las semifinales de conferencia.
(Fotografía de portada: Tim Warner/Getty Images)