Está por ver cuánto pasa factura ese ligamento dañado en la mano del jugador más importante de los Philadelphia 76ers. La cosa, por ahora, no empieza bien. Aunque a los Dallas Mavericks les ha venido estupendo.
Los de Rick Carlisle venían de una racha floja de resultados, donde caían ante los grandes y medianos (Lakers, Thunders, Nuggets) y a duras penas salvaban la noche ante los pequeños (Bulls..). Ganar a una de las caras nobles del Este, aunque sea sin su máxima estrella, siempre supone un respiro importante (91-109).
Y poco importó que los tejanos perdieran cuatro veces más balones que los 76ers (4 a 16). El rebote fue suyo; descaradamente suyo (47 a 66). Y el acierto desde el arco de tres también (9 de 37 por 11 de 27); dos categorías, hoy por hoy, casi lapidarias a la hora de medir un encuentro y tratar de dilucidar qué equipo ha salido victorioso del mismo.
El perfecto ‘cumplidor’
Siendo del todo justos, si hacemos notar la baja del pívot camerunés tampoco podemos obviar la del ala-pívot letón.
Los Mavs no contaron, por séptima –y presumiblemente última– noche consecutiva con la aportación de Kristaps Porzingis, pero es que Dwight Powell anoche se encargó de que apenas se notara. Sus 19 puntos y 12 rebotes con un excelente 8 de 11, fueron otra muestra más (pues su temporada es de lo más sólida) de que en Dallas acertaron cuando, tras mucho dudar, apostaron por su renovación.
Dwight brought the muscle and the hustle tonight! 💪@DwightPowell33 | #MFFL
— Dallas Mavericks (@dallasmavs) January 12, 2020
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Powell fue el mejor de un quinteto inicial que estuvo en dobles dígitos al completo. Doncic, más discreto de lo habitual en él, se quedó 19 puntos, 12 asistencias y 8 rebotes, con una hoja pobre en el lanzamiento (4 de 15) que maquilló desde la línea de personal (10 de 12).
«Llevábamos varias derrotas duras. Ha sido una bonita victoria. La necesitábamos», confesaba el ex del Real Madrid.
Por el bando rival Tobias Harris fue quien más sobresalió, con un doble-doble de 20 puntos y 10 rebotes. Poco más que señalar, excepto que Ben Simmons (11 tantos y 11 asistencias) continúa mirando el arco del triple como quien mira un excremento en su portal.
#PrayforAustralia
Eso sí. Antes del salto inicial, un gesto mucho más importante y trascendente que cualquier crónica o narración. Ben Simmons, Jonah Bolden y Ryan Broekhoff (dos de Philly y uno de los Mavs), los tres australianos de nacimiento, se reunieron en el centro del logo para pedir a las gradas todo el apoyo económico que pudieran aportar al desastre en llamas que asola a su país, y que supera ya los 10 millones de hectáreas arrasadas.
Nueve jugadores australianos de la NBA han donado 750.000 dólares para ayudar a la extinción de los fuegos
— Héctor (@hector_fg35) January 8, 2020
Buen gesto, pero:
Simmons ➡️ 170M en 5 años
Ingles ➡️ 52M en 4 años
Mills ➡️ 50M en 4 años
Daños en Australia ➡️ 433M mínimo, 26 muertos y 1000M de animales muertos
Sin embargo, y sin querer ejercer de abogado del diablo, hay tuits que hay que detenerse a leer más de una vez.
(Fotografía de portada Tom Pennington/Getty Images)