En la rueda de prensa posterior al Game 7 de las Finales del Oeste ante los Warriors, el mismo que liquidaba la temporada para Houston, James Harden aludió a la falta de energía que, por momentos, había acudido a visitar a los Rockets tanto en ese encuentro decisivo como en el Game 6, ambos saldados con derrota para los texanos.
Estas Finales del Oeste, marcadas en cierta manera por la lesión de Chris Paul tras el 3-2 favorable a los Rockets, han estado señaladas por la escasa rotación empleada por Mike D’Antoni, con siete jugadores habituales cargando con todos los minutos clave, sin contar los minutos de la basura. Una rotación que tuvo obligatoriamente que ampliar ante la caída en combate de CP3.
Harden y los triples
En una franquicia que ha basado su éxito, su liderato del Oeste al final de la Temporada Regular, en un tipo de juego donde los triples valen y pesan muchísimo, es llamativo el 7/44 en triples por parte de los Rockets en el Game 7, un desastre que entronca con las malas prestaciones de Harden en esa distancia durante las Finales del Oeste.
Harden, 36,7% en triples en la 2017-18 y 36,4% en su carrera, ha visto descender ese promedio cuando llegan los playoffs, algo que no solo le ha sucedido en esta campaña, sino en el global de su carrera, con un porcentaje apenas por encima del 30%.
Los números de La Barba, al que todos sitúan como el MVP de la temporada, algo que sabremos si finalmente se produce a finales de junio, contra los Warriors han sido de 28,7 puntos, en la línea anotadora de las series ante Utah (28,0) y ante Minnesota (29,0). Sin embargo, su producción desde el triple, ese santo y seña de los Rockets, ha sido un descalabro. Harden, ante Golden State, ha registrado un 19/78, un 24,3% en tiros de tres, con noches horrendas como el 0/11 del Game 5, récord negativo histórico de mayor número de intentos de tres sin anotar ni uno solo, e igualado con John Starks, o el 2/13 del Game 7. Su número de errores totales, 59 triples fallados, no se habían dado jamás en una serie de playoffs en toda la historia de la NBA de acuerdo a Statmuse. 11 tiros de tres puntos fallados más que el anterior récord negativo.
Y estas estadísticas duelen más si los comparamos con sus prestaciones ante los Jazz, 29,5% en triples y ante los Wolves, 38,5% de acierto.
Los números de Curry
El camino de Stephen Curry ha parecido ir a la inversa. Empezó rematadamente mal, para lo que es él, la serie de contra Houston, con dos partidos sin llegar a los 20 puntos en cada uno de ellos y un global de 2/13 en triples. A partir del Game 3, Curry recuperó sus mejores esencias y ahí firmó su tope anotador en estas Finales del Oeste, con 35 puntos. Castigado por las lesiones que le dejaron fuera de primera ronda, ha terminado la serie ante Houston con 25,0 puntos de media y un 36% en tiros de tres, para un completo 46,9% en tiros de campo, frente al 41,5% de Harden. Ambos jugaron lo mismo, esto es, 38,1 minutos de media.