El segundo partido de la serie de semifinales del Este entre Toronto y Miami presentó vicios y virtudes similares al del duelo inagural de la serie. Y fueron las dos principales diferencias las que decantaron el partido del lado canadiense: el mayor acierto de Kyle Lowry (especialmente al final del partido) y unos Heat mucho más desorientados en los momentos decisivos. El 96-92 con el que se cerró el tiempo extra puso el 1-1 con el que la eliminatoria se desplaza a Florida.
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Tras su doloroso Game 1 y su dramática sesión de tiro posterior en solitario, Kyle Lowry ofreció muestras esporádicas de su más que reconocido talento perdido en estos Playoffs. Sus 7 puntos y 3 asistencias (generalmente bien aprovechadas por DeMarre Carroll) en el primer cuarto, sumadas a las 11 pérdidas de Miami, dieron la impresión de que tanto él como los Raptors iban a recuperar la solidez de la temporada regular. Nada más lejos de la realidad.
Dragic eats a DeRozan elbow pic.twitter.com/hP0TCVaoOV
— Steve Noah (@Steve_OS) May 6, 2016
Un codazo de DeMar DeRozan que le costó ocho puntos de sutura en el labio a Goran Dragic y una torcedura de tobillo de Dwyane Wade tras caerle encima el cuerpo de Jonas Valanciunas fueron muestra del juego áspero que se vivía en Toronto. Pese a sus dolores, Miami se mantuvo en el segundo cuarto ante la vuelta a la mediocridad de Kyle Lowry, quien no recuperaría el toque hasta el último minuto. El momento de sus veteranos aparecería tras el descanso.
El arrebato de Joe Jesus
No anotó antes, ni anotó después. Pero el arranque de segundo mitad de Joe Johnson fue fulgurante. Sus 9 puntos consecutivos levantaron a los Heat, y Dwyane Wade confirmó la remontada. Toronto nunca se sintió cómodo manteniendo la ventaja capurada en el primer cuarto y no encontraba a ningún jugador capaz de tomar la iniciativa. Miami pareció por momentos al equipo sólido que salvó la primera ronda ante Charlotte. Pero, de nuevo, fue un espejismo
Mi nombre es Jonas
Infrautilizado durante todo el partido, quizás para protegerle de las garras de un Hassan Whiteside al que sus problemas físicos fueron disminuyendo poco a poco, Jonas Valanciunas estuvo enorme en el último cuarto. Su lucha en la pintura mantuvo en la pelea a los Raptors, y dos canastas consecutivas del irregular Kyle Lowry en el último minuto hicieron soñar a Toronto con la victoria de forma prematura. Pero un triple de Goran Dragic, quien superó un brutal codazo y problemas constantes de faltas, acabaron mandando el partido a tiempo extra, espantosa última posesión de Lowry mediante.
Sequía en Miami
Pero la prórroga solo tuvo un equipo. Los Heat fueron incapaces de anotar en los cuatro primeros minutos, dando una ventaja suficiente que ni siquiera la preocupante fragilidad mental de los Raptors pudo echar a perder. Ambos equipos viajarán ahora a Miami empatados a victorias, derrotas e irregularidad, y con la sensación de recuperar a sus mejores piezas al 100%, sea mental o físicamente, será la clave para alcanzar las Finales del Este.