Uno de los comunes denominadores más repetidos entre las franquicias en proceso de reconstrucción son las abultadas plantillas con las que cuentan a estas alturas del año. Abundantes elecciones del draft, más contratos de prueba de los habituales y la herencia de parte del núcleo de la anterior etapa complican la tarea de afinar los rosters de cara al training camp y la propia temporada. Justo con esta tesitura se han encontrado los Houston Rockets, cuyo superávit ya devenía en colmar los 20 jugadores en nómina que permite la NBA para afrontar la pretemporada. A causa de ello, la franquicia ha tenido que prescindir de Tyler Bey para anunciar a su flamante nuevo fichaje, Dante Exum.
Bey había llegado al equipo con un contrato no garantizado el pasado mes, pero su periplo termina sin poder jugar siquiera un minuto en partido amistoso. El alero es el damnificado de la llegada de Dante Exum a Houston, presumiblemente, por los próximos tres años. Dicho contrato aún no está garantizado, pues de momento solo figura como integrante de la plantilla durante el training camp. Si la organización pretende inscribir al australiano en la plantilla definitiva del curso 2021-22 tendrá que renunciar a uno de los 15 contratos que hasta ahora la conformaban. El favorito para dejar una vacante es Khyri Thomas, cuyo contrato no está garantizado.
En cuanto a las cifras que se manejan sobre el contrato de Exum, estas varían mucho. Según apunta USA Today a través de Rockets Wire, si Exum cumple con todos los objetivos incentivos, su salario rozaría los 15 millones de dólares por esos tres años. La última temporada del base ha vuelto a ser un calvario de lesiones que solo le han dejado jugar seis partidos con los Cavaliers después de sufrir una distensión en su gemelo en enero. Después de dejar algunos detalles durante los Juegos Olímpicos con Australia, Exum intentará encontrar cierta constancia en un nuevo destino. Por desgracia, a sus 25 años, será la enésima vez.
(Fotografía de portada de Kevin C. Cox/Getty Images)