En cualquier otra franquicia NBA, perder tres partidos seguidos en casa, si bien no es deseable, entra en el cálculo de posibilidades. Para los Spurs, acostumbrados a dormir cada noche en la élite durante dos décadas, es un fenómeno casi contra natura. Ante Detroit, y tras un épico desahogo reivindicativo de Gregg Popovich ante los medios, San Antonio regresó al buen camino ganando por 96-86, con la defensa de nuevo funcionando y un Pau Gasol recordando por fin al de sus mejores años.
El retorno de Pau
Pau, Pau, Pau 💥
21 points, 9 boards, 6 assists, 1 steal, 1 block for @paugasol tonight! https://t.co/zwzJFvRlNC
— San Antonio Spurs (@spurs) November 12, 2016
El pívot español, hasta el momento, está marcando mínimos históricos en su larga y exitosa carrera NBA. Hasta anoche, Gasol promediaba 8,4 puntos, 6,8 rebotes y 21,9 minutos por partido. Sus problemas defensivos y la política de no cargar de minutos a sus jugadores de Gregg Popovich eran la causa de unos números inéditos, especialmente tras unos Juegos Olímpicos de Río en los que siguió mostrando un insultante nivel a sus 36 años de edad.
Y, ante Detroit, se vieron de nuevo chispazos del Gasol de siempre. El dos veces campeón NBA firmó su máxima anotación en San Antonio con 21 puntos (10/16 en tiros de campo), 9 rebotes, 6 asistencias y 2 tapones pese a coincidir con Andre Drummond en la pintura. El acierto del español salvó a San Antonio ante el más flojo partido de Kawhi Leonard (17 puntos, con 5/18) y LaMarcus Aldridge (14 puntos, con 6/14). El regreso tras su lesión de Tony Parker (7 puntos) tampoco fue un factor relevante para unos Spurs todavía irregulares.
Mejora defensiva
That range, tho. #PistonsNow pic.twitter.com/sb9Vr2FNjM
— Detroit Pistons (@DetroitPistons) November 12, 2016
Eso sí, al menos funcionó de nuevo una de las grandes señas de identidad de Gregg Popovich: la defensa. Más allá de buenos minutos de Andre Drummond (20 puntos, incluyendo un triple y un perfecto 3/3 en tiros libres, y 17 rebotes) y del base Ish Smith (12 puntos y 4 asistencias), el ataque de los Pistons nunca llegó a funcionar para aprovechar los problemas de San Antonio. En el último cuarto, dos reservas como Patty Mills y Jonathon Simmons acabaron dando la estocada para sentenciar el partido y sacar a San Antonio de su pequeño bache en casa.