Los veteranos de San Antonio tumban a New Orleans

32 puntos y 11 asistencias de DeMar DeRozan. 21 puntos y 5 rebotes de LaMarcus Aldridge desde el banquillo. San Antonio puede ponerlos en el mercado, pero qué buenos son.

Con ellos como base los Spurs lograron anoche ante New Orleans un triunfo más –van seis en los últimos ocho partidos–. No fue sencillo. Al descanso la ventaja de los de Texas era únicamente de seis puntos. Durante la segunda mitad lograron estirarla hasta los los 12, pero los Pelicans reaccionaron y falta de 58 segundos estaban a tan solo tres puntos (114-111). Los de Luisiana tuvieron el partido a tiro, pero Lonzo Ball falló sendos triples (el primero para empatar y el segundo para dejar la renta de su rival en solo un punto). San Antonio respiró y cerró la noche con un mate de DeRozan. Al final, 117-114.

Para el escolta All-Star de los Spurs no fue un partido ni una victoria más. DeRozan volvía a las pistas tras perderse el anterior encuentro tras la muerte de su padre, quien falleció tras una larga enfermedad. Dejounte Murray, autor de 18 puntos, alaba así a su compañero.

«Simplemente demostró que es un verdadero profesional con veteranía. Este es el lugar en el que se siente feliz, sobre todo respecto a todo lo que estaba pasando. Hablé con él todo el tiempo que estuvo fuera, haciéndole saber que estoy aquí para él, el equipo está aquí para él. Somos hermanos».

El triunfo es de gran valor para San Antonio, ya que lo lograron sin poder contar con Rudy Gay, Keldon Johnson, Derrick White, Devin Vassell y Quinndary Weatherspoon, aún inmersos en el protocolo de salud y seguridad de la NBA contra el coronavirus. Pese a ello, son quintos de la Conferencia Oeste con un balance de 17-12.

New Orleans, en problemas

En Luisiana siguen sin arrancar. Tras ganar únicamente tres de los últimos 10 partidos están lejos de las plazas de playoffs con 14-19. Ni las grandes actuaciones de Zion Williamson (seleccionado como All-Star) les están dando el aire necesario para enlazar una buena racha de triunfos. Anoche la estrella de los Pelicans aportó 23 puntos y 14 rebotes mientras que Brandon Ingram se fue hasta los 29. Para Stan Van Gundy el problema sigue estando localizado en la defensa.

«Estuvimos un poco mejor en defensa en la recta final, pero hoy no pudimos convertir tiros y nuestra defensa no es lo suficientemente buena durante el transcurso de los partidos como para hacernos ganar. Dependemos totalmente de nuestro ataque para ganar partidos y con eso no vas a llegar muy lejos», sentencia el head coach.

(Fotografía de Kevin C. Cox/Getty Images)


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