Kyle Lowry estuvo muy cerca de convertirse en jugador de New York Knicks en diciembre de 2013, tal y como ha revelado USA Today y ha confirmado el propio jugador.
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Lowry se encontraba buscando piso en la Gran Manzana ya que, según sus palabras, «el acuerdo estaba hecho». Toronto Raptors iba a recibir a Metta World Peace, Iman Shumpert y una futura primera ronda de Draft. Quién les iba a decir que en 2016 Lowry estaría jugando su segundo All-Star mientras los Knicks siguen buscando base.
Dolan tuvo miedo de Ujiri
Los Knicks decidieron pulsar el botón rojo y cancelar el acuerdo. El motivo, según fuentes del medio norteamericano, fue el propietario James Dolan, a quien le podía la preocupación a la hora de negociar con Masai Ujiri, general manager de los Raptors que lo había sido de los Nuggets cuando Dolan se hizo con Carmelo Anthony —y Chauncey Billups— a cambio de un buen número de activos de valor.
La historia en Toronto pudo haber sido muy distinta de concretarse el traspaso. Dos semanas antes Rudy Gay abandonaba la ciudad rumbo a Sacramento y, con Lowry haciendo las maletas, los Raptors apuntaban a una posible reconstrucción.
Lo que terminó ocurriendo fue que el equipo llegó a los Playoffs esa temporada, repitió en la pasada y están ahora segundos en la clasificación del Este gracias en buena parte a una de las parejas de moda de la NBA, la que forman el protagonista de este suceso y el escolta DeMar DeRozan.
«Al final, se tomó la decisión de que yo me quedara aquí y funcionó perfectamente para las dos partes», afirmaba un Lowry que se encuentra en la actualidad disfrutando de su segundo año de un contrato de cuatro, a razón de 48 millones de dólares.