El grado de atención sobre De’Aaron Fox se incrementará en la que será su cuarta temporada en la NBA. El base de los Kings estrenó el carrusel de contratos máximos de la agencia libre de 2020, confirmando así la apuesta por él como jugador franquicia. Eso sí, un mínimo de 163 millones de dólares conlleva consigo una evidente contrapartida: no se pueden seguir recopilando fracasos y es hora de asaltar los playoffs.
Durante la presente pretemporada, los números de Fox han sido bastante discretos pero no lo suficiente como para causar preocupación en la organización. La quinta selección del draft de 2017 se ha mostrado bastante inconsistente en el lanzamiento en sus cuatro partidos de preparación: un 33,3% de acierto en tiros de campo (17 aciertos en 51 intentos) y tan sólo un 14,8% desde el triple para un promedio de 12 puntos y 6,8 asistencias.
No obstante, el mensaje lanzado por parte del cuerpo técnico es claro y conciso: no ceder en el propósito y seguir intentándolo una y otra vez. «Queremos que sea agresivo», declaró Luke Walton según el medio The Athletic. «Algunas noches puede que anote muchos triples y otras puede que ninguno. Pero queremos que sea agresivo. Si los equipos van a caer en los bloqueos, él debe estar preparado y tener la confianza para tirar ese triple. Antes que nada, queremos que ataque la línea y cree.»
El entrenador insistió en que no hay necesidad de preocuparse por el tiro de Fox tras esta muestra inicial. Su visión sugiere que sólo es cuestión de tiempo que los tiros comiencen a encontrar el aro de manera constante. Eso sí, el lanzamiento exterior es el área que el jugador necesita mejorar para mantener su desarrollo y aspirar a ser All-Star. El pasado curso su efectividad en el triple se mantuvo en un gris 29,2%. Pero no ha perdido el tiempo.
«Ha estado trabajando en ello todo el verano», continuó Walton. «El entrenamiento le ha dejado en una buena posición. Es la progresión natural en esta liga. Trabajas en algo, te sientes bien, se ven los resultados en los entrenamientos pero después toma un poco de tiempo antes de que todo encaje en un partido real. Una vez que haga clic, estará bien. Continúa trabajando y cree en ello. No hay nada de lo que preocuparse.»
Una postura que es compartida por los que han sido sus compañeros durante los últimos años. «Tenemos mucha confianza en Fox», afirmó Richaun Holmes. «Confía en su tiro y nosotros confiamos en él. Queremos que siga lanzando. Los tiros terminarán entrando.»
Luke Walton también incidió en la necesidad de desarrollar una química plena con Marvin Bagley y Hassan Whiteside, quienes se perdieron los dos primeros encuentros de pretemporada. A pesar de que en Sacramento creen que Bagley se convertirá en uno, ninguno de ellos es una amenaza real desde la línea exterior. Y, para él técnico, mantener el carril hacia el aro libre será vital en su sistema.
«He visto a De’Aaron dedicar mucho tiempo a su lanzamiento. Pero, al final, nuestra prioridad número uno es mantener ese carril abierto para que De’Aaron o cualquier otro exterior pueda atacar el aro.»
(Fotografía de portada de Christian Petersen/Getty Images))