Directamente, Marc Gasol no ha influido en el despido de David Fizdale como entrenador de los Grizzlies. Y cuando nos referimos a directamente, queremos decir que el pívot español no planteó una de esas cuestiones que se han visto más de una vez en la NBA, un “o él o yo” de manual que en todo lo relacionado a la salida del entrenador de Memphis no ha existido.
Así lo asegura Marc Stein, del New York Times, quien apunta que el estilo de Marc Gasol no es el de poner las cosas al borde del precipicio y obligar a la franquicia a elegir. No, definitivamente no existió ese ultimátum, pero eso no supone que Marc Gasol, de alguna manera, no haya tenido influencia en el fin de los días de Fizdale como preparador de los Grizzlies.
Relación mala
Una temporada y poco de otra es lo que ha estado Fizdale al frente de Memphis. Casi el mismo periodo de tiempo en el que Marc ha jugado bajo su espectacular contrato de 110 millones de dólares por cinco cursos firmado en julio de 2015. Gasol, entonces, dio puerta a la posibilidad de salir de Memphis y mostró lealtad a un mercado no tan mediático como el de otras franquicias.
Y esas fidelidades, incluso sin la acción directa del propio Marc, han podido pesar a la hora de sellar el finiquito de Fizdale, con quien el pívot no se llevaba precisamente bien. Sí, el mediano de los Gasol adaptó su juego a las sugerencias del entrenador, salió más al perímetro a lanzar y obtuvo mejoras de ello. Pero nada de eso supone que mantuviera una buena relación con Fizdale e incluso habían llegado a enfrentarse y a no hablarse, como apunta el propio Stein y corrobora Matt Moore, de CBS Sports, desde fuentes directas de uno ejecutivo de la liga.
Y Gasol habló
“Tratas de hacerles ver que se equivocan. Debería jugar el último cuarto. Creo que lo he demostrado en diferentes ocasiones. No voy a aceptar no jugar el último cuarto y estar contento con ello. No es mi carácter”, señaló Marc el domingo, después de no pisar el parqué en los últimos 15 minutos del duelo ante los Nets, que se saldó con la octava derrota seguida de Memphis, la que precipitó todo, la que terminó con los huesos de Fizdale fuera de Tennessee.
“Si no estoy en pista no soy valorado. Estoy seguro que sabían que eso es lo que más me dolería”. Palabras directas al mentón de Fizdale. No, no hubo un “él o yo” estricto, pero sí tomaron en consideración en Memphis las palabras de su llave para cualquier éxito, del hombre al que deben contentar si no desean que todo se precipite en el próximo, o próximos, mercados. Para Marc no fue una cuestión de Fizdale o él. Pero sí para los Grizzlies. Y obraron en consecuencia.