Marc Gasol sigue sin ver claro su futuro en Memphis

La temporada 2017-18 fue realmente dura para Marc Gasol. Acostumbrado a pelear por playoffs con Memphis, llegando incluso a las Finales de la Conferencia Oeste en 2013, la campaña pasada todo se vino abajo desde el momento en el que se lesionó Mike Conley. Los de Tennessee, tras empezar bien el curso, fueron acumulando derrotas y frustración hasta que David Fizdale fue despedido. Su salida no cambió prácticamente nada; los Grizzlies no ganaban y Marc se iba desesperando. Ahora, con una nueva campaña en el horizonte, el pívot español no termina de ver claro el futuro del equipo, tal y como expresa en una entrevista concedida a El País.

«Tal vez mi conflicto mental está entre mi deseo de ganar y mi lealtad. Son dos rasgos muy fuertes de mi personalidad que hasta ahora no habían estado en conflicto. Estaba claro: aquí podía ganar y soy muy leal. Ahora mismo, si el equipo no quiere ganar, me falla una cosa que yo necesito para el día a día. No es que necesite el anillo a cualquier precio, no es eso. Es: ‘Quiero sentir que en cada momento del día se afronta un objetivo’. Después, los objetivos y los resultados se consiguen o no. Pero cada uno debe poner todo de su parte», comenta antes de recalcar que la gerencia trabaja justo para volver a la senda de la competitividad.

«Ahora estamos viendo qué movimientos hacen y, sobre todo, pueden hacer. Sé que Robert Pera, (propietario de los Grizzlies) quiere ganar. Hablo con él y me explica que quiere construir un buen equipo. Pero hay que ver si todas esas gestiones son posibles, que no es tan sencillo. Y bueno claro, la vida de un jugador es la que es, y estás en este punto. Tengo la suerte de tener muy buena relación con el propietario. Somos muy honestos el uno con el otro. Hablamos el mismo idioma en ese aspecto. Si en algún momento él cambiara de dirección o de voluntad, o se viera obligado a cambiar, me lo diría. Nos conocemos muy bien y tenemos una relación muy próxima», señala en relación a que pudiese salir traspasado.

En su momento se acusó a Marc de forzar el despido de Fizdale. Él asegura que no fue así, pero sí admite que la relación entre ellos no era la mejor posible y que quizás debieron intentar arreglarlo antes. Ahora, con J.B. Bickerstaff al frente, espera que todo vaya mejor. «BJ trabajaba conmigo. Durante todo este proceso hablamos mucho. Es una persona con muchos valores. Viene de familia. Su padre fue un entrenador mítico de la NBA. Es la primera vez que ha podido hacer su staff técnico. Tiene mucha ilusión, ambición. Es muy directo, muy honesto. En una temporada tan dura, ha demostrado su capacidad de sacrificio. Vivir todas esas derrotas y tomar decisiones como las de no hacerme jugar a mí… Pero lo hizo por el bien de la franquicia. Le tengo mucho respeto por todo ello».

Parsons

Si hay algo que ha pesado a Memphis desde 2016 es Chandler Parsons. Firmado como una gran apuestas por el máximo salarial, sus rodillas nunca le han dejado rendir como se esperaba. Por ello, al ser cuestionado por la plantilla, Marc no deja pasar lo importante que puede ser el alero aunque ya no sea el jugador que fue.

«Tenemos que ver cómo conseguimos trabajar la plantilla y si se puede ejecutar la posibilidad de firmar algún jugador, aparte de si Chandler Parsons puede estar sano. Tras sus lesiones, no podemos esperar de él que vuelva a ser un jugador que rinda a tope durante 35 minutos, ni por lo que cobra (24,1 millones de dólares). Debemos olvidar eso. Necesitamos su aportación, que sea capaz de ser el Chandler que necesitamos, no durante 35, pero sí durante 20 minutos. Y que no sea un partido sí, y cuatro no. Y que pueda entrenarse con normalidad. Tenemos que rehacer los fundamentos del equipo y a ver dónde podemos llegar, sin eso…»

Boston, el ejemplo

Marc sabe que Memphis no está en disposición de luchar por grandes agentes libres y conformar una plantilla de estrellas. Con esa premisa, cree que deben centrar esfuerzos en crear un grupo fuerte capaz de superar las adversidades. «Boston es el ejemplo perfecto para cualquier equipo. Perdieron a sus dos estrellas más renombradas, Gordon Hayward en el primer partido y Kyrie Irving antes de los playoffs. Pero, con un bloque de jugadores jóvenes, con una idea muy clara de juego, promoviendo mucho esa generosidad durante los partidos y poniendo al grupo en primer lugar, han estado a un partido de jugar la final. Si tienes un buen bloque, siempre se ve. El equipo es la base. Si después hay jugadores que despuntan más o menos, lo marca la temporada y su talento», explica a la espera de que los Grizzlies recuperen esa garra que los caracterizó en el pasado.


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