Marcus Smart explota contra Tatum y Brown: «No quieren pasarla»

Toda la ilusión del mundo se puede quedar corta cuando la realidad es más compleja de lo que se quiere admitir. Los Boston Celtics comenzaban la temporada con ilusiones renovadas tras un verano movido pero, a priori, edificador. Danny Ainge dejaba su puesto para que lo ocupase un Brad Stevens que eligió a Ime Udoka como sus sustituto en el banquillo. Desde que el nuevo general manager se sentase en su oficina, no ha dejado de tomar decisiones que pusiesen a los Celtics en el mejor contexto posible para afrontar un año de clara transición. Sin embargo, una vez en la cancha las cosas siguen sin funcionar, y Marcus Smart dirige su mirada a Brown y Tatum: «No quieren pasar la bola y tienen que aprender».

Las palabras de Smart llegaban después de que los Chicago Bulls remontasen un partido que iban perdiendo de 14 al inicio del último cuarto. Finalmente, los de Billy Donovan consiguieron imponerse en el TD Garden tras un brutal parcial de 39-11. «Todos los equipos saben que nuestro plan se basa en llegar a Tatum y Brown, y se preparan para pararles. Nuestros rivales trabajan para hacer que ellos tengan que pasar el balón» argumentaba el escolta después del encuentro. «Están aprendiendo y estamos orgullosos de su progreso, pero tienen que encontrar la forma de dar el siguiente paso y dejar de crear juego únicamente para ellos mismos».

Dichas declaraciones pueden ser fruto de cierta frustración por parte de Smart. En los últimos años, el jugador ha demandado un mayor peso en la creación de juego, siendo su pasada temporada la más prolífica a este respecto. Sin embargo, este crecimiento individual no tuvo especial influjo positivo en lo colectivo, y algunas filtraciones apuntan a que Stevens empezaba a estar preocupado por la excesiva importancia ofensiva que absorbía. A su llegada, Udoka ha preferido confiar el equipo a Brown, Tatum o Dennis Schröder en detrimento de Smart, que reclama más oportunidades que quedarse «abierto en la esquina».

Boston tiene muchos más problemas que su creación de juego o exceso de individualidad, pero Smart tiene parte de razón. Uno de los principales puntos de interés que acompañaban a los Celtics antes de comenzar el curso era el crecimiento como gestores de sus dos estrellas. Especialmente de Tatum, más proclive a amasar balón. Siete partidos es una muestra muy corta, pero ambos han sido incapaces de demostrar un crecimiento en esa faceta y su irregularidad en otros campos suman para hacer de Boston uno de los equipos más decepcionantes de las primeras dos semanas de competición.

(Fotografía de portada de Maddie Meyer/Getty Images)


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